Al perderte no solo pierdo a aquella mujer que tanto amo, a aquella mujer por la cual haría lo que fuera.
También pierdo a mi mejor amiga, aquella que me demostró que existe el amor incondicional y que no todo es tan malo como siempre lo veo.
Pierdo aquellas bromas y sonrisas locas que hacíamos el uno al otro, aquellos chistes de mal gusto que más que darte risa te hacían molestar.
Pierdo todas esas platicas estúpidas y aquellas que pretendían ser muy profundas.
Aquellos momentos en los que me contabas sobre lo que amas, aquellas teorías locas que tenias sobre cada cosa que existía.
Pierdo el derecho a escuchar tus sueños y a verte cumplirlos.
Pierdo todas las fotos que me habría gustado tomarnos, aquellos planes que siempre quise hacer contigo.
Pierdo todas las canciones y películas que iba a escuchar y ver a tu lado.
Pierdo la mirada tan alegre que tenias siempre al verme, todos esos abrazos tan sofocantes que siempre adore.
De perderte a ti, pierdo una inmensa parte de mi mismo, pues mi corazón se queda contigo, y tu recuerdo es a lo único a lo que puedo aferrarme ahora.
No me queda más que esperar soñarte, para ver si al menos en los sueños a los ojos puedo verte y pedirte tu perdón, si puedo volver a darte un abrazo como el que nos dimos en esa tan fría noche cubiertos por una cobija qué no era suficiente, y una casa de campaña qué en ningún momento nos libro del frío.
Si algún día lees esto y aun asi decides no volver, solo necesito que sepas que te amo, y que te veré esta noche al soñar con los momentos hermosos que he vivido.
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