Quiéreme así.

Quiéreme así.

Quiéreme con mis ojos de trauma y esta voz cambiante, quiéreme que esta corteza normal está camuflando mi ser extravagante. Quiéreme así: desordenado, loco, extravagante, amante del atardecer, con este espíritu llameante que está por perecer.

Quiéreme así: infantil, payaso, risueño; quiéreme cuando me burlo de la vida por ser hermosa y cuando le bromeo a las desgracias por ser tan despiadadas, quiéreme así. Porque si quieres crueldad y mala visión, te dejo libre y la encuentras al andar.

Quiéreme porque estos grises ojos traumados han sabido refugiarse y ser refugio; quiéreme porque a pesar de los golpes sigo creyendo en el amor y en las cosas hermosas, quiéreme, que si piensas que no existe algo, yo lo invento y lo patento.

Quiéreme, y si a las tres de la mañana no puedes dormir porque el mal de tu pecho te está por derretir, llámame y dime que me quieres, que una palabra mía bastará para sanarte. Quiéreme, que ante todos soy nadie, pero contigo soy yo; y en la soledad o en la multitud, yo no soy más que tú y yo.