puerta roja

alguna vez el amor para mi vida me dijo algo que un año después pude comprender con hechos. Tuvo coraje para amarme, no fui una persona fácil de amar, fui complicada, bastante.

Mi corazón estaba lleno de capas para protegerse, mi error fue que me protegía de la persona equivocada, en mi desesperación y miedo al amor por que me lastimase termine lastimándolo yo. Lastime el corazón de la persona que más me amo y que jamás nadie me amará como el. Poco a poco y con templanza estoy perdonándome eso.

No había un momento en el que yo fuera paz e irradiara serenidad, era tormenta, era un nudo, un laberinto, un abismo. El se metió a la tormenta a buscarme, fue desmenuzando el nudo de mi corazón, se perdía en mi laberinto una y otra vez pero aprendía de él, recordaba cada paso que daba para construir un mapa y poder llegar a la salida, y siempre se lanzó a mi abismo con los ojos cerrados y fe. Fe de que yo un día empezara a cuidar el amor que me brindaba. Fe de que yo cambiara, y no fue así, no cambie por el, cambie y mejore por mi, pero para esto lo aleje de mi lado, con culpa y pena, vergüenza de la mujer que fui con el.

y ahora con el paso del tiempo la vida me dejo un espejo con la forma de el hombre que yo amo. el amor de mi vida tiene un corazón con capas, que no me deja entrar. no me permite cuidarle, no puedo amarle completo por que tiene miedo. siento que estoy tocando y tocando y tocando la puerta de su corazón y nadie abre. y estoy esperando con fe el día que pueda abrir, pero llego el día que se me terminaron los suspiros, me resigné que no va a abrir la puerta por más que se lo pidiese por más amor que le brindase, y quizá abre un poco la puerta pero con un ángulo de 45 grados y un seguro con cadena que solo permite que su ojo se asome, y puedo tocarle un poco, puedo dar dos o tres pasos hacia adelante pero no me da permiso de entrar. Así que entre suspiros y desasosiego que me causa su puerta roja, me reflejo, no eres, no somos, mas que un reflejo, como si tu alma, tus miedos, tu amor y el mío estuvieran hechos de la misma masita. Esta situación me lleva a pensar que en parte me la merezco por no haber cuidado a quien me amo un día y ahora quien solo yo quiero que me cuide no lo hace. Y aunque pueda pensar que lo merezco no lo acepto. No lo acepto por que destruí mi casa y empecé de nuevo. Aprendí tanto del amor para que mi amor no le volviera a doler a nadie más. Todo esto me lleva a pensar lo que un día me dijo aquel hombre que lastime: “Y si me voy de tu lado, me iré sabiendo que a pesar de cada golpe que le dabas a mi corazón no te hice lo mismo, por cada golpe que me dabas te cuide, te cuide y te cuide, y estaré satisfecho del amor que te entregue, me iría con paz.”

En el momento que el dijo esas palabras me quede en blanco, era un sentimiento que yo no podía entender por que yo no lo hice así, al contrario.

No lo entendía hasta hoy, miércoles 6 de noviembre.