Siento demasiado. Ese es el problema. No sé querer poquito. No sé mirar y soltar. Todo lo guardo. Todo lo cargo. Incluso lo que ya no debería doler.
A veces me digo: “calma”, pero mi pecho no escucha. Una palabra mal dicha, una ausencia leve, y ya estoy armando un huracán con los restos.
No me ilusiono fácil. Pero cuando lo hago, me lanzo entera. Y si caigo, no me detengo… me dejo romper sin hacer ruido.
Tengo esta cosa adentro. Un fuego raro. Un corazón que abraza hasta los silencios. Que se queda, incluso cuando lo echan.
Y no, no es bonito. A veces ni yo me aguanto, Porque todo lo que siento me atraviesa como aguja. Y no puedo anestesiarme. Ni mentirme.
Esa es mi maldición: Sentir cuando nadie siente. Querer cuando todos huyen. Creer… aunque ya me hayan dejado.
16,julio
Our picks
Become a supporter of quaderno
Support this independent project and get exclusive benefits.
Start writing today on quaderno
We value quality, authenticity and diversity of voices.
Comments
There are no comments yet, be the first!
You must be logged in to comment
Log in