No creo que sea justo siempre ver mi reflejo como una mancha difusa, llena de brotes y rupturas.
Se intenta transformar a si mismo cada vez que lo noto:
Un poco de rímel,
Una nueva sombra,
¿Y si pruebo con labial?
Este es muy oscuro,
Pero me parezco a mamá...
Me podría cortar el flequillo.
¿Teñirme el pelo?
Dejarlo crecer,
Cambiar mi vestimenta.
Robarle el alma a alguien más,
Usarla como piel.
Acostumbrarme a un calor ajeno y mentirme hasta que sea propio.
Paso horas buscando en el espejo una versión de mí que se encuentre lista para salir y enfrentar el mundo.
Intento encontrar un universo en el que derrumbarme no sea una opción,
Un mundo alterno donde ser yo signifique ser valiente, ser astuta, ser fuerte, poder con todo y con todos.
Me inspecciono como si fuese un paciente terminal, invento un nuevo tratamiento, un remedio que nunca probé y lo trago como si miles de agujas no se estuvieran arraigando en mí.
Al final del día mi baúl de ideas queda vacío, y yo sigo siendo yo:
La misma de siempre,
Hoy un poco más rota,
Mañana un poco más idiota;
Capas y capas de reversiones inservibles que voy a volver a probar.
Tal vez la próxima vez sí me pueda encontrar .
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