Lo que pienso a veces, casi siempre

Un día cualquiera, viernes específicamente, el fin de la semana, el día de la felicidad, si, al menos para ella lo era, lo mínimo que podía tener y donde encontraba de cierta forma un poco de paz y descanso, el fin de esos días, los días de la semana, los días laborales, días de falsa cortesía y de la constante sensación de saber que estaba en el lugar equivocado, haciendo algo que odiaba, en fin, nada fuera de lo normal para muchas personas, pensó.

Son veintiséis, veintiséis años casi veintisiete, las crisis existenciales cada vez son más continuas, el terror de saber que se acerca a los treinta, tantas preguntas que giran en su cabeza tal cual un tornado hace girar todo tipo de cosas que encuentre a su alrededor. Son crisis en silencio, cuestionamientos que pasan en cualquier momento, en cualquier lugar, en el trabajo mientras se lamenta ese presente mismo, preguntas que van desde ¿Saldré algún día de aquí?, ¿Será que me espera algo mejor? ¿Será que lograre algo mejor en algún momento de mi vida? ¿Lograre alcanzar si quiera una pizca de éxito? o ¿Esta es mi vida para siempre? preguntas que van desde el presente hasta el futuro, rosando a veces el pasado. El presente se hace más pesado para ella, ya que, es con lo que vive diariamente, esa carga de insatisfacción, de frustración, miedos a algo que aún no ocurre pero que en algún momento pasará, la muerte, por ejemplo, que contradictorio llega a ser el hecho de lamentar tantas cosas, pero temer que todo eso llegue a su fin en un segundo, un pensar que se hacía presente todos los días en la mente de JB, cualquier día a cualquier hora, se dio mientras salía de casa esta vez.

Pensaba en que le encantaría contar un historia bien contada, no pero en serio, una historia interesante, con un gran inicio, desarrollo y final, pero de tanto pensar se dio cuenta que su árbol estaba más lleno de fruta podrida que de manzanas bonitas, para explicarlo de otra forma, era todo más gris que de colores, que triste pensó, que deprimente, ¿Contar una historia así? la verdad es que no le convencía mucho, ya que, la idea de poder sumergirse en este mundo de letras era más que nada para escapar de su realidad, aunque quizás el hecho de contar su historia real y bien contada no sería nada de malo, ya que, es su historia, y al menos de una cosa estaba segura, el drama no faltaría, así que ya sea realidad o ficción, algo tenía que contar, o mejor dicho escribir…