las señales

Creo que cuando alguien se va (en cualquiera de sus formas) empezamos a buscarlo o quizá -a querer encontrarlo- en todos lados, en todas las personas, en todas las señales. Ahi es cuando empezamos a reforzar nuestras bases místicas, los excepticos de pronto hacen sus inicios en el esoterismo, los que no veían la fuerza de las estrellas de pronto son astrólogos, los cientificos se vuelven holísticos, y los ateos se dudan a sí mismos. Es un poco consolador para mi pensar que de algo tan lúgubre puede emerger la esperanza. Eso que es intangible para lo mundano, eso que no se puede ver, ni tocar, eso que ninguno de los 5 sentidos es capaz de captar. Y por eso tengo una historia para contar:

Desde que mi abuela se fue, todos hemos recibido sus señales o sus augurios de alguna u otra forma. Todos, o casi todos. Mi madre, fiel creyente, la más fiel que yo he conocido, tuvo una crisis de fé. A veces las pérdidas no solo hacen flaquear a los ateos su descreo sino a los creyentes su credo. No la soñaba, no la sentía, no la encontraba. A dos días de cumplirse un año y yo viviendo en otro pueblo le mostré, con cierto rehuso a la aceptación, el lugar en donde estoy pasando mis días. Un pasillo, no tan largo, la luz que lo habita es cálida y es un poco frío porque no hay calefacción. Hay 10 habitaciones de internación (vivo en un hospital). La mía es la número 8, al final, la última en frente de la 9. Siempre me pareció un poco tétrico, sobre todo la estatua de una Virgen bastante grande que está contra la pared, en la puerta de mi habitación, como si estuviera ahi para darme los buenos días y las buenas noches. No me considero una ardua conocedora al decir verdad, de los nombres de las deidades, de hecho no sé ni uno. Tenerla ahi, sin embargo, llamó siempre mucho mi atención. Nunca le conté a mi madre. El porqué no lo sé, yo se que estos son el tipo de cosas que a ella le hubiesen gustado saber, hubiese sido un buen tema de conversación . Sin saberlo en estos días me iba a enterar que en realidad haber pospuesto ese detalle iba a tener un significado.

Dos días antes de que se cumpla el aniversario de la muerte de mi abuela le mandé un video a una amiga para mostrarle el, según yo, tétrico escenario en el que se estaban desarrollando mis días. Puse reenviar, asi lo veía mamá, aprovecho, mato dos pájaros de un tiro. El mensaje que recibí de vuelta fue un poco esperanzador: la virgen que mostraba el video al final, que yo había filmado como parte de una experiencia de sobreviencia, como algo que un poco me perturbaba, en realidad era la virgen del Carmen, mi abuela era debota de ella. Me estaba enterando ahí, mamá me lo estaba contando.

En la noche le llegó un mensaje de un número que no tenía agendado. Un número totalmente desconocido. Para mi sorpresa y para la de ella, era una imágen de la misma virgen con una oración para los difuntos. Ella había pedido una señal de su presencia, algo, lo que sea Necesitaba sentirla cerca. Y acá estaba la señal En la puerta de mi habitación. En un mensaje inesperado. Todo concordaba y tomaba de alguna forma un absurdo sentido. De pronto todo tenía que ver con todo, y el destino había estado obrando tímidamente para que todo suceda ese mismo día.

Y así fue como la Nona que había "desaparecido" la que ella no lograba ver ni encontrar en nada, se apresentó de repente en una imágen y en una poesía. La magia sucede, solo hay que saber verla. Los milagros ocurren y acá están.

Este es el mensaje que recibió junto a la imagen de la Virgen

TE FUISTE...

Para sonreír con los ángeles,

para andar por brillantes nubes rodeadas de sol.

Te fuiste para colmar el alma y habitar feliz

en donde no existe llanto ni dolor.

Ya no sufres la corrupción del tiempo,

del dolor y la pena

más tu alma se viste de fiesta ante el Sol.

Te fuiste, para abrazarme más fuerte,

para secar mis lágrimas

que te recuerdan sin fin,

para susurrarme al corazón que disfrutas del Cielo

Te fuiste para hacer

que a partir de hoy

mis ojos te busquen sonriendo

Te fuiste para recordarme que el amor nunca se acaba,

que cuando se ama la muerte no existe,

más es un paso a lo eterno.