La sombra de un nogal.
Jun 9, 2025
...
Tramos del recorrido.
Comienzo a cruzar un puente. Es largo, pero sé que no es interminable.
Hay mucha altura hasta ese fondo que es piedras y un riachuelo difuso.
No me gusta mirar esa distancia. Esas distancias. Lo largo hasta el otro lado. Lo profundo hasta abajo. Pero sigo dando pasos.
No sé lo que hay al final, pero tampoco sé si dejo atrás algo.
Volver, también es una opción mientras el puente sea puente y mis pies sigan funcionando.
Uno tras otro se siguen a sí mismos mis zapatos. Es el modo de avanzar, de cruzar vados, de acercarse a esos horizontes lejanos.
Por invisible que sea el destino, es inevitable dirigirse a él. Quizás se pueda tomar uno u otro desvío, pero, al final, solo llegamos a un sitio.
La vida es el puente, el sendero, la sombra de un nogal, seguir la corriente de un río...
Comienzo a cruzar un puente. Sigo.
Y en el tránsito:
Un jardín lleno de espinas.
Transgénero: Que no se siente identificado con su sexo biológico.
Yo me pregunto cosas. Y no sé responderme. Podría mirar a quienes se sienten así: indagar, tratar, escuchando sus argumentos, atendiendo a sus sentimientos, de comprender; pero, aunque lo hago, no me llega la camisa de la epifanía del cuello.
No estoy contra nadie ni me incomoda ni me ofende ni hay nada que a mí me afecte de ningún modo en esa forma de entender la vida, de entenderse como ser individual. Tan solo es una cuestión de mi razón, que se empeña en desenredar madejas.
Me pregunto como una persona llega a la conclusión de que no coincide en su biología con su sicología.
La sociedad establece unos roles, unos modos, diferenciados entre los sexos. Cada vez es menos marcado, pero sigue siendo así. Mucho tiempo pasó con diferencias enormes y hoy ya no es tan exagerado. Sencillo ejemplo: no pasa nada porque una mujer lleve pantalones. (Esto hoy parece sandez, pero mi madre tuvo muchas dudas antes de salir un primer día a la calle con ese atuendo).
Quiero decir que, sin los roles, sin lo predeterminado por la sociedad, sin la diferenciación estándar, entre los sexos, quizás no se diera ese sentirse en un cuerpo que no se corresponde, porque ¿Sentirse hombre o mujer viene como algo genérico en el cerebro? ¿Qué se plantea quien se siente transgénero? ¿Peinados, ropas, maquillajes? Supongo que va mucho más allá de la apariencia que se muestre al mundo, pero ¿En qué se sustancia?
Las espinas me esperan.
¿Por qué?
La pregunta del niño que nunca está conforme con las respuestas.
Yo tampoco lo estoy.
¿Por qué pueden enriquecerse unas personas a costa de empobrecer a otras? ¿Qué derecho es ese?
Los precios de las energías son un enorme abuso indecente. ¿Por qué?
Hay un bien básico que no tienen en cuenta los criminales de las cumbres escabrosas, los que manejan las cuestiones económicas, los que se llenan bolsillos, manos y cuentas bancarias haciendo que suba y suba lo que los que no pintamos nada necesitamos. El bien básico del que hablo se llama TRABAJADORES.
Pero ese necesario elemento de la economía nunca es valorado como se debe.
Hay que bajar salarios, nos dicen, para ser competitivos. Bajar la luz o los combustibles no debe causar un efecto similar; es como si los recursos económicos que una empresa dedica a pagar su consumo energético no contaran en el cómputo final de su cuenta de resultados.
El empresariado de postín y el economista de Lacalle ponen el grito en el cielo cuando se pretende subir los salarios, pero aceptan sumisos los vaivenes del mercado en lo que respecta a los precios de... "Es el mercado, amigo".
Es una curiosa y malnacida vara de medir.
Y con ella habría que repartir a unos (muchos) cuantos.
Tíos de la vara, sí, eso hemos de ser. Y no parar hasta que paren.
¡Joder!
¿Por qué no?
Moneda sin caras,
estruendoso silencio que horada la piedra indestructible.
Reloj sin horas. Camino hacia ninguna parte.
La verdad es mentira. El infierno es un paraíso.
Alguien que fue nadie vivió sin haber nacido.
Duele lo que no es y es imposible que duela.
Amanece por la tarde.
Muere el muerto tantas veces...
Se va quien nunca vino.
Refleja el espejo la belleza de lo feo.
El hombre que bebía sólidos.
Desesperante esperanza.
Hoy ya es ayer.
Volvió a donde nunca estuvo.
Se maldicen bendiciones. Y a la inversa.
Hubo un árbol que nació del cielo y su copa llegó hasta el suelo.
Dios se hizo a sí mismo.
Mañana es domingo.
(No leer en sábado).
Dolbach.
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