meses de un hilo tenuemente tirante, dos de indescifrables silencios, tres de claridad, donde me enseñaste a sentir, sin que lo supieras, a explorar un rincón de tus brotes.
¿Fue real lo que fue? A veces dudo, si lo fue para ti o si mis ojos sólo lo soñaron. Te pienso, más de lo que el tiempo debería permitir.
Existo como una mera sombra en el borde de tu caída. Me gustaría poder hacer algo, pero soy ajena, externa en tu universo que ahora se pliega en ti.
Estuve ahí, y no solo para llamar tu atención, para entenderte, cuidarte, ser un refugio en tu mente compleja en constante confusión.
Fue un proceso, uno largo y doloroso, como un duelo que no termina de morir. Pero qué ironía, a veces el mismo dolor me arrastra a escribir.
Y es que a veces las emociones rebalsan el vaso, se escapan sin control, nos ahogan en su paso.
Y aunque todo esto aún duela en mi pecho, a pesar de lo que fue, sigo adelante, sanando mi ser y mi corazón.
Our picks
Become a supporter of quaderno
Support this independent project and get exclusive benefits.
Start writing today on quaderno
We value quality, authenticity and diversity of voices.
Comments
There are no comments yet, be the first!
You must be logged in to comment
Log in