Gente Rota

Según Google algo roto es algo que está estropeado, destruido parcial o totalmente.

Entonces si hablamos de gente rota, ¿una persona sería tal cual? En este, mi manifiesto, así será.

Hablo de gente rota cuando a lo emocional me refiero.

Hablo de gente rota cuando miro a mi alrededor y ahí los veo, grises…sin colores propios y ojo, no es que sea una persona con todos los colores, pero si con los suficientes para poder ser diferente.

¿Podemos decir “menos roto”? No se si sería cierta la clasificación, pero si comparamos (cosa que a veces me resulta fastidioso) lo confirmo.

Tuve la suerte de criarme en una cuna de oro emocional, ¿cómo sería esto? Mi cuna fue mi familia, un par de padres que trabajaron dura y diariamente contra un mundo poco amable para que sea lo suficientemente valioso y amado por mí mismo. Sumamos un par de hermanos soporte para que todo esto se haga valer a lo largo de mi recorrido en esta vida, lo que nos da como resultado mi yo presente.

Salgo de mi cuna y el primer impacto con el exterior es terrible. ¿Por qué la gente se lastima los unos a los otros? Para, no…no está bueno que hagas eso…¿Por qué lo haces? Lo estás lastimando, ¿no te das cuenta? ¿Por qué no se quieren?

Y acá mi primer gran error, ¿porqué dar por sentado que saben querer como si fuera algo obvio? Para mí es como respirar, pero no todos tienen esa misma suerte. No todos nos criamos en un mismo entorno o tuvimos quien nos enseñe a hacerlo. 

Un médico puede atender pacientes porque le enseñaron en una universidad. Un cocinero puede deleitar el paladar más fino porque en la escuela de cocina le dieron todos los tips. Siguiendo con esta lógica ¿Dónde enseñan a querer? ¿se enseña o se nace con eso?

Kevin Johansen supo sabiamente decir: “¿Quién dijo que del amor no se puede vivir? ¿Quién pudo haber dicho algo así? Si yo vivo del amor desde antes que nací y gracias al amor estoy aquí”.

Desde mi punto de vista nacemos con ese don, el don de amar. Nacemos producto del amor entre dos personas. Amor + amor: amor. Recibimos todo el amor de la familia que nos ve los ojos parecidos a papá y los amigos que agradecen que sacamos la nariz de mamá. Por supuesto soy consciente que no todos tenemos el mismo modelo de familia o padres y hay miles de variantes al respecto, pero sostengo…todos nacemos con este don.

Empezamos a crecer y es ahí donde todos nos empezamos a ir por las ramas del camino del amor, algunas más cortas, otras más largas. Nos empezamos a vincular entre nosotros y empezamos a notar estas diferencias, ¿el otro me quiere menos que yo? ¿por qué no me quiere como yo lo quiero? ¿Es menos amigo si no nos hablamos todos los días?

Intentamos entender algo que no entendemos, porque cada uno tiene un talle diferente de amor. Porque cada uno llegó a su presente de forma única e irrepetible. 

A lo largo de nuestra trayectoria ganamos y perdemos amor de manera persistente y creo que es importante hacer un parate. Y decido frenar acá porque es donde uno puede hacer la diferencia, porque para este momento ya nos cruzamos con una cantidad incontable de personas con diferentes formas y niveles de amor y es donde uno puede redefinirse si de amor hablamos. Amor para dar y amor para darse. Amor de pareja o amor de amigo.

¿Todos podemos amar? Si, pero no de la misma forma, no con las mismas ganas porque estamos rotos. En mayor o menor medida todos tenemos alguna rajadura en nuestra historia, pero lo importante es qué hacemos con eso. Si bien es un don que tenemos, como toda capacidad hay que trabajarla. ¿Es obligatorio? absolutamente no, hasta quizá resulte más difícil que otro trabajo pero el resultado puede ser invaluable. Nada te asegura que siempre sea positivo, pero a esta altura, ¿qué es lo seguro?.

Seguro es que te vas a encontrar con amores que te cuestionen o te intenten limitar, pero vos seguí.

Seguro es que te tilden de raro por amar diferente o con otra magnitud, vos seguí amando.

Seguro es que vas a tener mil momentos donde dudes si estás amando bien o amando de más.

En un mundo donde ser una persona rota es moneda corriente, quien ama resulta ser valiente.