Feliz cumple, esto no es una carta de amor

De todo lo que me llueve en lo cotidiano, hay cosas que resuenan por dentro. Puede ser que viva con el cuerpo sentido, porque cuando eso pasa y tu imagen aparece, me invade una sensación de nostalgia y misterio. Y aunque los cumples sean una forma rara de comunicarnos, es la forma que encontramos, entonces ¿quiénes somos para juzgar?. Como este es mi turno voy a dejar que el efecto hable por sí mismo. El efecto que tuvo nuestro corto encuentro y que dejó en mi cuerpo una marca invisible pero imborrable. Un cráter en el pecho del que salió una fuente inagotable de algo que podría llamar inspiración. Porque, de alguna forma, vivís en mí. O una versión tuya lo hace. Una María pausada en el tiempo que se formó con lo que pude juntar entre fantasías y piezas sueltas que guardé de algún que otro encuentro, de algunas dosis de realidad. De unos "hola rodri, todo bien?", que nada cuentan pero que algo me dicen.

Y quizás todo este tiempo no fue tu imagen en sí la que me movilizó. Por ahí, al igual que la luz se refleja como brillos en las baldosas para formar el sol, yo me reflejé en tu recuerdo, solo para acabar viéndome a mí mismo. Reflejo donde se pueden ver mis errores, mis deseos y mis dolores. Y a pesar de que descubrí mucho en ese espejo que tiene tu forma, no dejó de ser un espejo roto. Vidrios perdidos en el tiempo y espacio que guardo en una piecita vacía, allá al fondo del pasillo. Ese lugar que a veces visito y abro un poco las ventanas para que corra el aire, a ver si algo cambió. Pero nada cambia, solo yo. Yo, y mi cráter intacto.

Porque, para colmo, tiendo a preguntarme en secreto cómo se vería la imagen completa si hoy tuviera todas las piezas. Pero esto no es una carta de amor.. es así. Está en el título. Lo anoté, seguí escribiendo y ahora solo queda que ambos vivamos con las consecuencias. Así que no, no es de amor. Al menos no de ese amor. Porque vos y yo pensamos igual en muchas cosas, y me atrevo a decir que una de ellas es pensar que el amor tiene muchas formas, y este día es la prueba. No tengo dudas de que hoy recibiste saludos, cariño y muchas otras formas de amor, que no son ni más ni menos que tu propio reflejo.

Como esta carta, aunque no sea de amor.