mobile isologo
    search...

    El Chamán De La Guitarra.

    Oct 1, 2024

    0
    El Chamán De La Guitarra.
    Start writing for free on quaderno

    De ropa con cuadros negros y rojos, cara huesuda y tes oscura. Sus pantalones desgastados y descoloridos denotaban su pobreza y poco interés por su apariencia física. Talvez por eso también estaba tan sucio. En su mano una guitarra, de madesa, de las que se venden al mayoreo.

    El pueblo en el que estaba no era nada destacado. La pobreza era reinante pero inofensiva, excepto para ellos.

    —vomos chiquita. Dijo uno de los 4 hombres, todos eran obesos de aspecto grotesco.

    —¡No! Gritaba la joven, desesperada por librarae del agarré.

    Levantaban el vestido de la rubia mientras ella solo intentaba escapar.

    El polvoriento callejón era perfectamente visible, y en pleno día. Todos podían obcerbar le esquerosa escena. Pero claro... Hay que respetar a quienes llevan el uniforme azul.

    Siempre había Sido así, aquel pueblo en el Interior del pais no podía estar más dominado por los oficiales. Olvidado en el meledia de la nada. Nadie sentía algo hacia el, ni siquiera apareció en los mapas más detallados.

    —¡Detenganse! Grito un niño. Andaba Vestido de superhéroes. Hasta capa tenia, en su inocencia, conociendo la maldad de esos hombres creía que podía contra todos. O por lo menos ayudar a la chica a escapar.

    —¡Corre! Grito la mujer antes de recibir un golpe en el estómago y otro en la cara.

    La sostenían de mano y piernas.

    —Nene, andate querés. Dijo uno de los hombres, el que menos paciencia tenía, saco un arma de su sintieron.

    El chico está asustado. No que morir y sabía de que eran capaces ellos. Pero, en vista de que ningúno de los transeúntes iba a ayudarlo no le quedo de otra de seguir con su valentía.

    —N... ¡No!. Grito antes de ponerse en posición de ataque. Cómo se veía en las películas que pasaban en el único televisor que había en el pueblo. Pues en 1971 aún no era tan común ese dispositivo en sonas remotas.

    El hombre hizo un gesto de desagrado. Y con un certero tiro le dio en el ojo derecho. Cayó al piso hacíando un sonido gueco, los gritos no se hicieron esperar. Todos salieron corriendo. La chica lloraba, conocía a ese chico, Martin era su nombre. Tan solo tenía 7 años.

    —¿Cómo le vaz a disparar a un pibe? Uno de los hombres sin tomarse enserio la situación.

    —Ya, ese niño se lo merece por...

    No pudo decir palabras, la molodia de guitarra que empezó a sonar lo imnotisaba por su agradable sonido. Pero luego el miedo fue lo que le inundó.

    El cadáver se movía, se leventaba lentamente. Se movía casi como si bailaba. Del gueco de su ojo salió una luz.

    Mientras que del arma salieron otros 3 disparos. Pero tan pronto las balas salieron se detuvieron. Giraban al son de la danza del niño.

    Mientas bailaba empezó a levitar.

    —Vallace de mi tierra.

    Dijo con voz fría que hacía eco.

    Todos los hombres se fueron corriendo, no volverían al pueblo. Se irían esa misma noche, no quería arriesgarse al peligro de a enfrentarse a alguien como el.

    Ya cuando se fueron. La chica rubia se arrodilló impactada, no le importó lo que acababa de pasar, o que su blanco vestido se ensuciara por la tierra. Su mayor problema ahora era Martin.

    El niño lentamente se agachó dejando la danza, la música freno y las balas cayeron al piso sin hacerla dañó a nadie.

    La rubia corrió hacia el chico.

    —¡Martín, Martin! Grito.

    —no te preocupes bella señora... O debería decir joven pero lo que se ve.

    Volteo su mirada hacia atrás, el joven de la guitarra y la camisa a cuadros la observa.

    — Ha... Y tú...

    —Oye, lo decía por compromiso pero en realidad si eres linda, ¿Cuantos años tienes? Al sujeto de verdad nonperecia importarle lo que acaban de pasar.

    —Ha... Ha... 16...

    Pufio.

    —Va, que desperdicio Che. Se quejo.

    El niño se levantó.

    —¡Martín! Grito ahora de alegría la chica.

    —¿Que... Que pa...?

    Antes de terminar el mulato el hombre le puso la mano en el hombro.

    —Pasa que tú derrotaste a los malos, y ya nunca volverán creeme. Exlamo con confianza. Mientras la luz del ojo del niño le curaba el ojo hasta que esté volviera a como estaba antes de disparó.

    Se levantó.

    —¿A dónde vaz? Dijo la chica.

    —Como chaman no soy de quedarme mucho en un lugar... Así... Que creo que ya me voy, vuelvo en 2 años cuando seas mayor. Dijo riendo. volvió pueblo en esa fecha. Pero la rubia ya estaba comprometida. Más, pudo tocar en su boda. Para el, eso era suficiente.

    facundo iocco

    Comments

    There are no comments yet, be the first!

    You must be logged in to comment

    Log in