Distintos tipos de silencio.

Yo siempre supe que hay distintos tipos de silencio. Algunos se conocen más, otros menos. Algunos son más frecuentes, otros no tanto.

Está el silencio distante. Ese es un poco aterrador. Ese silencio siempre está bien calladito, hasta parece que no respira ni pestañea. Ese casi siempre se queda mirando a un punto fijo y se olvida de su alrededor.

Está el silencio inquieto, ese es el que se come las uñas y mueve las piernas y manos sin parar porque le da ansiedad o incomodidad estar quieto. A veces es muy molesto estar con un silencio así.

Existe también el silencio enojado. Ay no, ese me da cosita. Ese silencio ni te mira y siempre te ignora. A veces se pone agresivo y a ver qué hacer para que se calme.

Hay muchos tipos de silencios, pero te voy a contar un secreto.. yo siempre les temí a tres de ellos. ¿Adivinas cuáles son?

El silencio decepcionado se lleva el primer lugar. ¿Alguna vez un silencio así te miró? Es lo peor del mundo, su mirada es pesada y parece que te destruye sin necesidad de hacer o decir algo.

Seguramente muchas veces estás con el silencio solitario. Ese es cuando te sentís sola, y, en este caso, el silencio no es una persona, sino que el silencio lo es todo. El silencio es al rededor, el silencio es tu mente, el silencio eres tú. Ese silencio da miedo por el simple hecho de sentirte solo. Es ese silencio que te acompaña cuando estás en tu casa o, a veces, por más de que estés en un lugar lleno de ruido, está este maldito silencio presente. Pero, ¿cómo? Porque no está afuera, sino en tu mente.

Y el último, el silencio oscuro. Ese silencio está también en mi top tres de silencios a los que les temo. Éste, como el silencio solitario, no es una persona, es todo. Está en ese rincón de la habitación qué te inquieta, en la parte más alejada del jardín cuando el sol desaparece o esa sensación que te sofoca cuando pasas por un callejón.

En definitiva, la cantidad de silencios que hay son incontables y yo solo he dicho seis que, si tienes suerte, no los encontrarás tan seguido en tu vida cotidiana.

Conocer, aceptar y saber sobrellevar estos silencios te da una gran ventaja en la vida en general. A veces, el silencio está más presente que el ruido, y si sabes apreciarlo puede volverse un gran aliado.

No hay nada mejor que el silencio nocturno, el silencio reflexivo o el silencio de un bosque tranquilo.

Generalizar que los silencios son malos va a llevar hasta a la persona más afortunada del mundo a los escombros del infierno.

Así que dime, ¿cuál es tu silencio favorito?