Arde

ARDE:

Arde mí piel, al recordar tu tacto, besos y caricias.

Arden mis ojos en cada llanto que me nace al recordar cada palabra, promesa, susurro.

Tu risa y bromas resuenan en mis oídos, como si fuera en tiempo real que las oigo, pero no, es solo un recuerdo, como también lo es nuestro amor.

Arde mí alma al no saber si esto es el final, y, si no lo es, se que de igual forma, jamás volverá a ser como al principio.

Me parte el alma al medio el saber que no sentis lo mismo que yo, o peor aún, que nunca lo sentiras.

Uso estás palabras e intentos de poemas, como intento de descargue de mi alma, mi dolo, pero lo único que puede calmar estas noches en vela, de pura agonía y dolor por no tenerte, sos vos. ¿Qué irónico no? Que quien sea el origen de todas mis penas, sea también, el único capaz de salvarme del abismo en el que me encuentro sin tu amor.

Nunca entenderé porque el amor nos hace tontos, vulnerables, débiles, cuando debería hacernos sentir las cosas más bonitas del mundo (en cierto punto, eso sucede, pero finalmente, siempre, se termina en sufrimiento).

¿Será, tal vez, por que es muy dificil encontrar el amor sincero, sano y recíproco? No lo sé, y a decir verdad, creo que nadie lo sabe.

Pero se y puedo asegurar, que duele y mucho. No hay persona que no haya sufrido por amor, almenos una sola vez en su vida.

Me encantaría decir que nunca más voy a confiar en el amor, pero me estaría mintiendo a mí misma, se con certeza, que es algo imposible de evitar, que te sorprende en los momentos mas inesperados e inoportunos, que te toma con todas sus sfuerzas y no te das cuenta hasta que es demasiado tarde, hasta que estás enamorado y, precisamente es ahi, donde decides darle una nueva oportunidad, y sin dudas, vuelves a caer.