Amor es sólo una palabra
[una carta de amor]
Para A.
Ciudad de México, 29 de noviembre, 2024
Dulce hogar,
En eso te has convertido para mí: un dulce hogar. Una cálida madriguera, un apapacho, una tarde de sol.
Quince meses me han bastado para quererte como te quiero. He puesto todos los días, un bloque encima de otro, hechos todos de amor, y como resultado hemos construido juntos una edificación que solo nosotros podemos ver.
El amor que siento por ti no cabe en mi cuerpo, por eso lo escribo y lo canto. Por eso te beso y te abrazo. Ahora entiendo finalmente cómo se siente el amor.
Me siento viva cuando nos rodeamos. Cuando rozo tu piel y exploro tu temperatura. Cuando sonríes, expulsas alegría a mis adentros. No cambiaría un sólo centímetro de ti, ni a ti ni a la tarde que vimos hoy.
§
A , amor,
Gracias por la maravillosa experiencia que es vivir a tu lado.
§
[Confesión]
Hace varias semanas, una noche que estábamos en la cama hablando de todo y de nada, me puse a llorar casi sin que te dieras cuenta. Por un instante tuve plena conciencia de que solo tenemos una vida y es ésta. Que aunque en ese momento —y también hoy por supuesto— estaba sintiéndome tan feliz, naturalmente algún día se acabará; como todo, como todos.
No resistiremos las leyes naturales; no sabemos nada de la vida después de la muerte; el tiempo nos alcanzará. Y aunque eso me recordó lo breve que es vivir —e instantáneamente sentí una profunda tristeza— al mismo tiempo me llena profundamente el corazón saber que en ésta vida te conocí, te quise y nos sabremos dejar ir.
§
Te amo,
Profundamente.
Hoy
Ayer
Quizá mañana también,
Seguro que sí.
§
Estas no son promesas de nada
Solo una marca, un recuerdo, una huella histórica de amor.
Un sello de que te quise.
§
[Miedos]
A, yo nunca he sido la primera ni la mejor opción para los demás y eso me ha desgarrado por dentro.
A, yo todavía tengo miedos. Se arrastran conmigo aún contigo. Se aparecen de repente recordándome: no has sido la primera ni la mejor.
Cuando veo a esos fantasmas es cuando me alejo por un instante de ti, cuando de repente crees que me enojé o no entiendes lo que me pasa: son los fantasmas.
A veces pienso que para ti tampoco soy ni la primera ni la mejor opción; pienso que yo era lo que sí estaba a tu alcance, pero que anhelabas, un poco más, aquella “ojala fuera mi novia”.
Esas heridas me las he de curar yo sola, me haré unas vendas y el tiempo las curará. Así que no sientas nunca pena por mí, nunca me quieras así; si hay primeras y mejores allá afuera, no te quedes aquí. Nunca me hagas eso.
§
[Sueños]
Los conciertos que faltan
Los hijos
La playa
El asador
El tocadiscos
El librero y tus libros
¿La boda?
Japón
Ugly sweaters
Quererte muchos años más
Our picks
Become a supporter of quaderno
Support this independent project and get exclusive benefits.
Start writing today on quaderno
We value quality, authenticity and diversity of voices.
Comments
There are no comments yet, be the first!
You must be logged in to comment
Log in