Hoy murió Alain Delon.
Cúanto bautizamos todo aquello que considerábamos bello en su nombre.
Recuerdo el día que lo descubrí. Seguramente lo habría visto antes en fotos de revistas o en cine. Pero un día lo entendí; su belleza fuera de todo margen. Tenía fotos suyas en las paredes de mi cuarto adolescente y le hablaba como si fuera un Dios. Que lo era claramente. Para la inmensa mayoría de las mujeres de este mundo, fue el el Dios de la Belleza.
Su rostro perfecto, la mandibula centrada, imponente. Sus abismales ojos azules.
La voz arrastrando las erres a su antojo.
El rasgo oscuro que lo envolvía, con el reconocimiento de su relación con amistades de los viejos fondos (La inexplicable necesidad de la mujer de amar al hombre malo).
Ya viejo, pidió la eutanasia, la vida terminó para mí, dijo hace unos años.
Pero se fue hoy a los 88.
Ahora el mundo en un poco más feo sin él.
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