Como una escalera caracol bajo en espiral, con cada pensamiento un peldaño más abajo, más rápido, más descontrolado.
El agua me cubre, la cabeza ya no está a flote y siento la presión rodeando mí cuerpo. Me aplasta, me abraza y me tira consigo a las profundidades. La luz, la lógica y la sensatez no llegan hasta el fondo.
Percibo que me acunclillo, cierro los ojos con fuerza y busco achicarme cuánto pueda mientras siento mi pelo revuelto por las ondas incesantes del agua. Me ahoga, no frena, no da pausa a mí corazón atormentado.
Los pensamientos se acumulan en el nudo de mí garganta. Todos malos, todos hirientes y todos propios.
Decido que pensar no es la salida, si tan mal me hace, quizás solo necesito una bocanada de aire fresco. Con timidez empujó el piso bajo mis pies y busco con todas mis (pocas) fuerzas respirar.
Aire, una presión en los pulmones que se hinchan en respuesta, unos brazos que se relajan y el pecho que sube y baja sin cesar. Un momento de claridad me permite abrir los ojos y me veo flotando en un vaso. El agua, que siempre me gustó, ahora envuelve mí ser y pienso que, por un minuto, quizás podría chapotear un rato.

Bren
Bienvenido/a a mi perfil! Desde chica escribo historias cortas sobre la vida y cómo la percibí a lo largo de los años. Espero te guste ❤
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