Cómo sé si realmente quiero escribirte si ni siquiera se que quiero poner en letras cuando mi cabeza está envuelta en palabras.
Cuando las luces se apagan y me quedo con mis pensamientos atacando mi mente te elijo para calmarme.
A veces no sé si por fin te encontré, si el esperarte me hizo bien o si el que me hayas buscado fue bueno; prefiero quedarme con la idea de que nuestros pensamientos se encontraron en un sin fin de palabras, que las horas coincidieron y que el elegirnos entre tanta gente es parte del destino o fueron las consecuencias que nos llevaron a ello.
Con vos siento calma, no desespero ni me alerto. Tu paz es mi paz y que lindo coincidir cuando todo parecía estar quieto.
Por inercia me muevo, te haces parte de mí entre mis pasos.
Te pienso, te apareces, te sueño y te encuentro de nuevo.
¿Qué he de pensar yo del dolor cuando tu versión de sí misma coincide con la mía y nos hacemos uno en dos entre poemas de amor?
Fantaseo imaginándonos, queriéndonos. Fantaseo viendote.
Tu deseo de buscarnos hasta encontrarnos, mi deseo de esperarnos hasta descubrirnos.
Por momentos me pregunto cuánto tiempo hubiera pasado para vernos de nuevo, si las circunstancias nos hubieran hecho coincidir una vez más o si simplemente el que estemos en veredas distintas nos diera la dicha de levantarnos las manos para saludarnos; (¿Y si ahora se juntan?).
No sé que quiero, no sé si te quiero, pero sé que pretendo seguir conociéndote para aprender cada cosa que tenes para enseñarte y para brindarte eso que tu mundo todavía no tiene.
Espero no dejar de sorprenderme ni que mis palabras te asusten, espero no dejar de reirme y que mis miedos no te ahuyenten.
Mi mente no está en blanco, tu mente nunca calla.
Our picks
Become a supporter of quaderno
Support this independent project and get exclusive benefits.
Start writing today on quaderno
We value quality, authenticity and diversity of voices.
Comments
There are no comments yet, be the first!
You must be logged in to comment
Log in