Me gusta todo lo que sos, inventé tus imperfecciones para sentirme humano
Oct 9, 2025
Me gusta todo lo que sos. Me gusta tu voz, me gusta cómo cantás, cómo dibujás, cómo estás vestida hoy. Me gusta todo de vos, y te lo quiero hacer saber porque sin vos no existe una perspectiva bonita de mí.
Me gusta tu sonrisa lanzada entre nervios, cuya expresión valida una autorización para ir más allá.
Me gusta tu caballero, tus ansias de lograr tus sueños y, sobre todo, me gusta cómo, sin conocer toda mi historia, sos capaz de entender lo que la vida hizo conmigo, al punto de tratarme con un cariño exclusivo.
Pero aunque me guste tu sonrisa, cuya expresión validó motivos de vida en silencio,
no quiero verte sonreír tan seguido.
Porque me da miedo que una persona que no fue capaz de canalizar sus dolores hacia algo positivo se quede viendo, como un idiota, lo que seguro sea la obra maestra más hermosa que sus ojos cansados puedan ver.
Tu sonrisa lanzada al aire es un arma de doble filo, y la considero peligrosa, porque si lanzás semejante obra maestra y no sos consciente de tu belleza, creo yo que sería peligroso. Porque idiotas con falta de amor pueden confundirse ante tu expresión, tan cotidiana para vos y tan única para mí.
El amor siempre se traslada, pero somos nosotros los que nos quedamos quietos, comiéndonos de a poco con ese sabor dulce que da el pensar que tal vez hoy volverá. Que hoy, a pesar de que la aguja del reloj está en la misma posición de ayer cuando pensamos en esa persona, que la luna está en el mismo lugar que ayer cuando la observamos y nos castigamos pensando en ese amor.
Miramos al reloj como si este pudiera traerla de nuevo, miramos a la luna esperando que nos refleje a distancia lo que ella estará haciendo.
Y si por casualidad eso pasa, si por casualidad la luna se transforma en un reflejo de lo que ella esté haciendo, no podría ser más feliz si la viera cumplir sus sueños, de la mano con alguien o en soledad. Ambas son válidas.
Los sueños que se cuentan a la madrugada en la cama están por encima de todo deseo de odio que puede generar una discusión o una separación.
Los deseos contados a la madrugada en la cama son el verdadero nosotros: la confianza, y el saber que, aunque no estén abrazados bajo el mismo cielo, se piensan bajo el mismo cielo, y se festejan esos logros contados entre lágrimas e impotencia, esa impotencia que muchas veces genera tener que aceptar que nuestra vida nunca fue del todo amable como nosotros sí somos con ella.
Cierro los ojos y siento el viento. Suspiro cuando caigo en la cuenta de que fuiste el primer pensamiento, y los abro nuevamente para entender la realidad que vivo, y así darme cuenta de que no importa que ya no estés conmigo.
Acá lo importante es entregarse al amor, y yo creo que me entregué al amor sin haber crecido con ese concepto cerca.
Creo que me entrego al amor todos los días, cuando el reloj marca el final del día y sigo con vida.
Me encantaría decir el nombre de esta chica, pero el pulso me tiembla cuando quiero escribirlo, y mi corazón late fuerte cuando el viento me regala un momento efímero de su dulce olor.
Mis ojos me castigan con una poca visión provocada por el recuerdo y el dolor de saber que, en algún tiempo de mi vida, conocí al amor, y este decidió irse en busca de algo que escasea en mí.
Y lo más doloroso es que no sé qué es eso que me falta; solo sé que no está ¿Qué será lo que me falta para hacer que el amor se quede?
No sé qué pueda ser, soy una persona noble que le gusta dar lo que nunca siento y deseo.
No te vayas sin darme razones, porque me dolerá toda la vida, aunque pensándolo bien, si me das las razones, me culparé toda la vida.
Me gusta todo de vos. No hay nada que no me guste de vos, y si estoy muy aburrido, me imagino imperfecciones que Dios solo puso en mi cabeza para que yo me tome el tiempo de analizar cómo podríamos superar juntos esas cosas que Él optó por poner en mi imaginación.
Porque parece que no alcanza con tu perfección creando complejos sobre mí, sino que también ahora entra Dios y me da una imaginación perfecta para que, cuando esté aburrido, cree imperfecciones de vos.
Y cuando este juego ya no sea divertido, caigo en la realidad de que te tuve al lado mío y que nunca presentaste una imperfección: todo estuvo en mi imaginación.
Por ende : La perfección del otro no pudo salvar mi propia imperfección interior.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión