Hola abuelo

Espero que estés bien, a donde sea que estés. Hace 28 años que te fuiste y a mi me faltan días para recordar el día en que yo llegué, hace 28 años también, nos separaron 12 días.

Yo te escribo considerando en la manera en que existís en mi conciencia, a partir de los relatos de mi mamá, ella es la única que me habló de vos, como eras, tus pasiones, en creías y en que no, por lo que me contó ella sigue teniendote un enorme estima y fuiste un gran ser humano. Me pregunto, por qué mi papá, tu hijo, jamás me habló de vos, nunca voy a saber como fuiste de verdad. No te conocí de verdad.

Nunca voy a saber como fuiste, por años pensaba que tenías el pelo largo, era tu sombra en una foto vieja, parecía de verdad que el pelo te llegaba a los hombros. Supe que tu pasión era leer. Mi mamá no desaprovecha la oportunidad en tirar algún consejo que alguna vez le diste, mirá, supo llegar a ser un ser humano con una sabiduría, moral y la coherencia entre sus vivencias con lo que cree pero TREMENDA. Admiro mucho eso de ella pero también necesitamos incoherencias en nuestros días, un falso moralismo que nos distraiga un poco de la realidad.

Mi mamá se hace cargo de recordarle a mi papá: “Tu hijo te trata exactamente como trataste a tu papá”, a modo de éste es tu karma y me sigo preguntando ¿Por qué sé nada de vos desde su experiencia como tu hijo?.

Uno de tus nietos sigue viviendo en la eterna adolescencia de que sus padres no tienen la razón a pesar de las experiencias. No digo cual de los dos es ese, aunque, los dos podemos estar cometiendo ese error.

Confieso, tampoco soy de tener conversaciones profundas, cariñosas con mi padre, a parte de trabajo, política (A veces, discusiones fuertes. Discordamos un montón) o temas sin importancia de mencionarse.

¿Patrones que se repiten?.

Donde sea que estés o simplemente solo siendo parte del terreno de ese cementerio, yo no creo que haya otra existencia a parte de ésta, pero yo sí pienso que tu ser trascendió a otro espacio en donde estás existiendo, en mi conciencia capaz, siempre intenté hablarte, contarte lo que me aterra y lo que me apasiona. ¿Será solo un delirio místico por la razón de que fallecieras y yo naciera a tan solo días de diferencia?. Te imagino de una manera idílica, aunque estoy seguro que tenías tus pecados, tus vicios, tus groserías, te tuve que construir a partir de años de relatos complementado con dos o tres fotos que existen por ahí y no había de otra, no te conocí de verdad.

Acá uno de tus nietos está escribiéndote a través de un blog. Te sigo recordando, a pesar de no tener recuerdos sobre vos, aqui estoy.

Saludos Don Gilberto.