Entendernos para entender, la importancia del autoconocimiento 

Deberían enseñarnos desde chicos el amor propio que se obtiene cuando uno logra conocerse a sí mismo y al mismo tiempo que es el desafío más difícil de todos. Podrás creer que conoces a tu hermano, podrás creer que conoces a tus padres, familiares, amigos o pareja, pero conocerse a uno mismo te puedo llevar una vida entera o incluso dos si crees en la reencarnación.

El autoconocimiento es fundamental para encontrar aquello que más deseas, aquel que sufrió de verdad y que anduvo toda su vida cargando con penas ajenas y conociendo más y más penas de los demás, que jamás tuvo tiempo de enfocarse en sí mismo, le doy mis condolencias. Cuando de chiquito ya nos empiezan a caer historias que jamás pedidos escuchar, historias de familia y penas que jamás fueron resueltas, eso ya hace un clic en nuestra cabeza diciéndonos que los problemas de los demás van primero.

Conozco muchas historias en los cuales aun siendo niños le cayeron penas de los adultos y al ser una edad en la cual uno no tiene las herramientas para gestionar lo que se le acaba de decir de forma imprevista, genera una distorsión de lo que es importante para uno mismo y el cuidado que se tiene que tener al contar cosas personales, como dolores, amores, pasiones y demás cosas que morirán dentro nuestro porque preferimos escuchar antes que contar nuestras cosas del día a día.

Todos conocimos a una persona la cual vive para los demás y nunca pudo tomarse un tiempo para poder ver lo que le pasaba, siempre buscaba la forma de poder ayudar a esas personas. No está mal querer ayudar a las personas, está mal ponerse siempre en segundo lugar dentro de nuestra mente. Recuerda que si quieres ayudar a las personas necesitas conocerte primero, no se puede escuchar un corazón roto cuando apenas escuchamos al nuestro, no podemos dar abrazos al alma de los demás cuando nos cuestionamos nosotros mismo si tenemos alma. Pero si esta persona tiene suerte, si esta persona puede entender que el amor propio viene primero, entonces empezara un camino solitario. El camino que encontrara aquella persona que pueda salir de esa burbuja con cientos de penas ajenas, de aquella burbuja que se lo incorporó desde niño y que jamás se cuestionó si eso está bien o mal, si por casualidad logra salir de ese pensamiento de que su problema va después que los problemas de los demás, entonces ahí empieza el cambio, entonces el camino encontrado será una bendición. Va a sentir tanta libertad, un nuevo mundo se le va a abrir delante de sus ojos y ahí empezará el autoconocimiento.

Tarde o temprano, ya sea de madrugada, de mañana, durante la tarde o durante de noche, por X o por Y algo hará que cuestionemos nuestra existencia, algo va a hacer clic dentro nuestro, cuando llegue ese momento entonces empezará la verdadera lucha con uno mismo.

Creo que no existe nada más horrible como recordar ese dolor que te marco toda tu vida, pero esta vez lo estás recordando para sanarte en el presente, ya no lo recuerdas por autosabotaje, esta vez los recuerdas porque te urge la necesidad de conocerte y para conocerse se tiene que pasar por una y otra vez por ese dolor a tal punto que ese transforme en un consejo para aquellas personas que vengan hacia ti con los mismos ojos de dolor de cuando tú empezaste este camino de autoconocimiento. Por ende uno se transforma en una nueva persona cuando recurre al pasado para hacerse preguntas que surgieron en el presente, cuyas preguntas surgen porque ya no quiere sentir que la mitad de su alma está atada a ese pasado, quiere sentirse pleno en el presente y quiere desear un futuro como corresponde, con dolores y ambiciones, con penas y amores, con castigos y con pasiones. Por ende si ves que una persona que actúa como si estuviera luto y sabes que nadie de su círculo cercano falleció, porque le preguntaste, porque te preocupaste. Entonces si ves a esa persona, la cual siempre fue alguien activa y alegre, pero de pronto se vuelve alguien aislado, alguien solitario, alguien pensativo, capaz, solo capaz, está de luto porque gracias al autoconocimiento puede entender todos los años que su verdadero yo estuvo muerto. Y ahora toca asimilar el tiempo perdido.