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Cuando ya no hay amor, y en mi libre albedrío te elegí.

Tongas24

Aug 13, 2025

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Cuando ya no hay amor, y en mi libre albedrío te elegí.
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No es hacer contacto cero, es aceptar la realidad y ser consciente de su personalidad a la hora de amar,


Cuando ya no hay amor, suele ser evidente para aquel que dejó el recuerdo de lo vivido en su cama, cuando se levantó por la mañana.
Dando así un suspiro lento y profundo, pensando que hoy, tal vez, el amor se vuelva a fijar en sus ojos.
Mientras, del otro lado, tenemos a aquel que se levantó pensando en sus ojos y, así, dio un suspiro, luego sonrió y pensó que hoy se iban a volver a ver.

Es difícil aceptar que el amor ya no está, aunque se acuesten juntos y se levantan juntos.
Es difícil aceptar que el amor ya no está, cuando antes la veías y era la hermosa justificación de por qué estás viviendo.
Es difícil aceptar que el amor no está, cuando apenas te pasaba algo, esa persona ya lo sabía, y a veces era tanta la conexión que lo sabía de antemano, por ese instinto prematuro que tiene el enamorado, que piensa que sabe todo sobre emociones complejas y no es más que un ser cegado. 

Si por esas casualidades del destino leés justo este texto, y sabés que el amor ya no está, quiero que sepas que te entiendo. A todos nos pasa, y es un dolor universal.

Espero, de corazón, que te des cuenta de que el amor que diste sí valió la pena, que tuvo su propósito.

Que nadie te diga que el amor no tiene propósito.
Quien dice eso, padeció un dolor enorme en el pecho, ese que hoy me tomaré el descaro de no preguntarle a la ciencia qué era, y recurriré a la filosofía triste y absurda de pensar que es un "corazón roto", que no se pudo prevenir ante tanto dolor causado por una persona a la que se le dio toda tu vida en bandeja.


Cuando ya no hay amor, se tiene que ser consciente de lo que fue, de lo que se puede aprender para un presente que lo pide a gritos.
Porque no cualquiera puede irse al pasado en busca de una respuesta y volver con dos.
La primera: que siempre vale la pena recordar a aquella persona, porque aunque no estén, le diste una parte de tu historia.Y sabés que, más allá de las lágrimas al final, te va a cuidar dentro de su alma. Va a cuidar tu historia, va a cuidar tu recuerdo, va a cuidar todo lo que le diste. Y tal vez, si es un alma noble, va a agregarle algunas cositas a esos recuerdos, para que se entienda que te cuida aun en tu eterna ausencia. 

Y la segunda respuesta: que uno puede vivir en paz si entiende, gracias a esos viajes mentales al pasado, que el amor es una ramificación más de la creación.

Si querés llevarlo a un nivel más poético: el amor es una ramificación que nace justo del núcleo del corazón. No entorpece su trabajo esencial, sino que ayuda al que sufre a ver la vida con una perspectiva más bonita.
Al inmaduro, a madurar.
Al callado, a expresarse.
El amor puede ser la introducción perfecta para una historia que, seguramente, termine de la misma forma que terminaron todas y cada una de las personas que se amaron en este universo.

Nada tiene sentido, si realmente uno se mata por querer darle sentido y encima somos profesionales romantizando lo que nunca fue y lo que más me duele es que: 

Escribí tantas cosas sobre el amor.

Amé a tantas personas. Sentí tanto dolor, y nunca me puse a pensar qué pasaría cuando esa sonrisa me dejara…

Todo por la estupidez de querer armar un futuro con alguien que entorpece su presente e hizo aburrido su pasado, aunque no quiere aceptarlo. 



En fin, capaz se encuentren algunas contradicciones y está perfecto. No busco la perfección en este breve texto. 

Solo quiero que quede en claro, es un dolor universal no sentirse amado. 

Recordá: valés la pena.
Estoy seguro de que en tu vida, aunque dura, siempre le diste ese lugarcito justo y necesario al amor.
Amar a un hijo, a un padre, a una madre, a un hermano, a un amigo...
Porque, aunque seamos seres padecientes de amores castigado, siempre vamos a darle un lugarcito, aunque pese y duela.
Porque no existe cosa más hermosa que levantarse por la mañana y ser consciente de que podés simplemente hablar con esa persona.
No importa que no se besen. El solo hecho de ver a esa persona, que con su presencia hace que un mal día tenga una buena razón de haber sido vivido... ya está: le ganaste por un rato a la tristeza del día.

Recordá:
Cuando veas que no hay amor, es hora de agradecer e irse con la misma intención con la que hablaste por primera vez, que seguramente fue: no querer pasar a segundo plano en su vida.
A lo que me refiero es que, si te vas a despedir, hacelo de tal forma que sepa que nunca va a pasar desapercibida en tu vida, y que aunque ambos se mueran en la ausencia del otro, siempre habrá un lugarcito para volver a pensarse y amarse.

La vida duele mucho cuando ya no hay amor, pero hacéle caso a este joven idiota de 23 años que escribe por pasión:
Aunque no haya amor, hay que darle las gracias a la vida por haberlo vivido.

Aunque no haya más amor, sé consciente de que fuiste afortunado.
Porque si sabés que ya no hay amor, es porque supiste lo que se siente ser amado.
Y si hoy sentís la ausencia, es porque alguien supo hacerte sentir querido.

Perdón.
Perdón de corazón. Tal vez este escrito es algo confuso. Pero tengo mucha tristeza y no sé cómo expresarla.
No quiero confundirte. Solo quiero que entiendas algo de lo que yo nunca pude entender. Perdón, perdón…

Cuando ya no hay amor, uno pide perdón hasta por lo más mínimo.
Más aún cuando uno ha perdido el amor propio.
¿Quedó claro por qué pedí perdón antes?
Si es así… estoy trabajando en esa autoestima.

Qué lindo es amar...
para después llorar, extrañar, cuestionar, entender, aceptar,
y volver, nuevamente, con ganas de amar.



 La realidad y el sentimiento van por caminos distintos y esa contradicción duele muchísimo.



21/07/2025


20:27 p.m


Tongas24

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