Algo de qué hablar

Algo de qué hablar

La idea de crear un blog ha rondado mi mente desde hace varios años. Siempre sentí la necesidad de expresar lo que me ocurre internamente frente a los sucesos del mundo y los temas que me apasionan, muchos de los cuales despiertan en mí ciertas encrucijadas o nudos que intento desatar de distintas maneras. Hoy, finalmente, doy inicio a este espacio con un único propósito: que la escritura me sirva como herramienta de reflexión y me ayude a ordenar y clarificar los pensamientos que habitan tanto mi día a día como mis intereses más profundos.

Buscaré abordar una variedad de temas que despiertan mi atención y me movilizan: la sociedad, la política, el deporte, la música, la historia y la literatura, por mencionar algunos. En ellos encuentro gran parte de aquello que me impulsa a una búsqueda constante por entender mis propios pensamientos, en un intento de comprender también al otro.

No pretenderé en estas líneas la perfección del lenguaje y mucho menos ser imparcial en mis comentarios, porque cómo escribí anteriormente esa no es la finalidad de este ejercicio. Eso sí, considero que, las similitudes siempre son más que las diferencias cuando las personas se respetan.

La escritura me acompañó en mí con la adolescencia y fue febril en esos tiempos, pero como toda fiebre juvenil se fue apagando hasta prácticamente quedar en el olvido. Siento que, muchas veces fui demasiado autocrítico con mis pensamientos, algunas veces por cómo nacían y otras por la forma en que lograba expresarlos, tal vez, no tenían la profundidad que buscaba, esa claridad y densidad que si encontraba en mis lecturas, pero, al fin y al cabo ellas eran producto mío y de mis circunstancias.

Me he propuesto no volver a cometer ese error, pues, ya no busco impresionar ni inventar la rueda, sino un mero espacio de reflexión conmigo mismo y tal vez, quien sabe, alguna persona que llegue a leerlas.