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El Cielo a plazos.
Los curas se sacan un sobresueldo con misas dedicadas a los muertos.
Aquí me pregunto
¿Cual es la motivación del encargo?
Creo que se trata de una especie de ayuda, de escalera al paraíso. Algo así como facilitar, posibilitar, que el finado tenga acceso a la presencia divina.
El muerto, cuando adquiere esa condición, ya es un inútil completo. Fuera lo que fuera, una vez deja de vivir, nadie sirve para nada. Así, todo su devenir, depende de sus deudos.
Hubo prebostes que contrataron misas a perpetuidad por sus almas. Eso muestra una extraña confianza en sus herederos y los herederos de los herederos y una enorme desconfianza en la bondad de su hacer en vida. Necesitar tanta misa post mortem para que te abran las puertas del cielo es muestra de que mientras se estuvo vivo, nada se hizo para tener libre y diáfano el acceso.
Luego está lo que se puede pensar de un Dios que ande contando misas para permitir o no el paso. ¿No les parece un tanto absurdo y, además, injusto?
El rico que puede encargarse misas hasta el fin de los tiempos tendría más posibilidades de Gloria que un mendigo que ni tiene cuartos ni descendientes que se ocupen del bien de su alma.
Deducción lógica: Este asunto no tiene sentido alguno salvo para la conformidad del vivo. Para el muerto, cebada al rabo.
En fin, que está claro quién únicamente gana en ese negociado: El cura.
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La serie.
Lo del PP da sobradamente para una recreación exitosa en capítulos, con tantas temporadas como aquello de Cuéntame.
Los Soprano, quedarían como personas normales que ejercen un oficio con más o menos profesionalidad y eficacia.
Lo del PP va mucho más allá de una delincuencia organizada; es un modo de ser y de entender su relación con todo un país.
Esa gente se considera la legítima dueña de esta tierra y no dudarían en apropiarse de Portugal si tuvieran alguna posibilidad. Lo de Gibraltar les quema en lo más profundo.
Pero no son solo sus pretendidos privilegios sobre el territorio lo que consideran suyo, es también la gente a la que 'dejan' pisar sus barros. Se sienten con la potestad divina de ser superiores a los siervos lacayos del Pueblo. Son también sus propietarios y pueden usarlos a su antojo.
El problema para llevar a cabo una ficción dramatizada sobre esta realidad, es lo chabacano de todo, lo poco creíble del modo en que la realidad ha sucedido y sucede. Sabemos cómo es, pero ningún análisis sensato daría crédito a la posibilidad de que en algún lugar hubiera gente tan hipócrita, tan ruin, apoyada por una parte tan numerosa de una población.
Es como presentar un relato en el que los corderos supervivientes, en modo de sincero alborozo, sacaran a hombros a los lobos que acaban de masacrar al ganado.
Por eso nadie considera escribir el guión. Es todo demasiado ilógico.
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Virgilio y Homero.
Afirmó Reverte en una entrevista a la que atiendo, que un escritor no puede ni debe serlo sin una base lectora de profundo conocimiento de los clásicos latinos y griegos, de la literatura rusa, del siglo de oro español.
Él habita un lugar mágico con más de treinta mil libros.
"¿Como se atreven?" Afirma en un decir de pedante superioridad intelectual.
Yo, escritor de pueblo pequeño, he leído a esos clásicos tan solo de una forma somera, en un acercamiento curioso que no me invitó a profundizar. Los textos densos, intrincados, en un lenguaje muy alejado de mi cotidianidad, me espantan, quizás no tanto como espanta a un no lector cualquier libro gordo, pero de un modo similar.
Mi biblioteca supera por no mucho los mil libros.
Escribir puede ser un trabajo, una ocupación de ocho o más horas que llena la despensa, paga la hipoteca. Cualquier oficio merece el esfuerzo de la perfección, aunque siempre hay que tener la seguridad cierta de que jamás se llegará a ella. Pero escribir va mucho más allá de ser un modo de ganarse el pan; escribir es, para mucha gente una necesidad vital, un modo de ser, de estar, de respirar.
Se escribe siempre desde la ignorancia. Nadie tiene una novela total en la cabeza con todas sus comas, sus diálogos, sus subidas y bajadas de escalera. La historia va naciendo según se plasma en cada palabra, en cada frase, en cada corrección. Puede uno conocer el final, pero ha de ir paso a paso asistiendo al nacimiento de cómo sucede hasta llegar a ese horizonte. En muchos casos se escribe como se lee, sin saber lo que espera en la página siguiente.
Reverte tiene una gran biblioteca. Imposible leer 32.000 libros en una vida normal, y mucho menos, asimilarlos todos. Pero Reverte, y Lalachus también lo sabe, es un desagradable pretencioso.
Y ya que digo de pretensiones.
Juzgar.
Hay que tener huevos para convertirse en dictador de sentencias.
Sé que es necesario que haya alcurnias con toga que se erijan en poseedores del don de la equidad y completen el círculo de la represión del mal.
Legisladores, fuerzas del orden, abogados, jueces y, al fin, verdugos o funcionarios de prisiones, son el entramado con el que las sociedades se defienden (es solo teoría) de la delincuencia.
"No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados". Lucas 6 37-45.
((Es curioso contemplar el hecho contradictorio de que los más de los legisladores, policías, jueces, son firmes creyentes en la fe de la Biblia que sustenta esas palabras)).
Los jueces no son Pueblo. Los jueces nacen de jueces y de cercanos a jueces. Son como un gremio cerrado y con algo así como un reservado el derecho de admisión.
Hay excepciones, pero, en general, en España, de casta le viene al galgo y raro es el juez que no es facha de Franco y viene de un ancestro con alto cargo.
El desparpajo necesario para enviar a alguien a la cárcel si no es rico o a su casa si es de buenos posibles, no sale de un humilde entorno, eso se hornea lentamente en hogares de postín, en mansiones, en el ambiente de la élite privilegiada de siempre.
Sé que quizás hay jueces que no nacieron ricos, pero no vendrán aquí a desmentirme, así que...
Esto también cuenta entre los desastres de España (y del mundo).
Y lo que sigue, otro.
Heredar el Nobel.
Hay cosas que no tienen ningún sentido.
A nadie se le ocurre dar el titulo de cirujano al hijo del cirujano sin más mérito que el de haber sido supuestamente engendrado por su padre.
¿Por qué cojones (no es un taco) eso sí está bien visto con la Jefatura del Estado?
Tradición que se arrastró durante siglos porque siempre hubo listos y/o violentos que se impusieron a la mayoría, pero hoy ¿qué sentido tiene aceptar el producto de un rato de sexo como digno poseedor de tan alto puesto?
Ser monárquico es considerarse menos.
A mí, Felipe, me parece un memo. Y su padre un ladrón y un sinvergüenza. Lo de sinvergüenza sí parece ser hereditario, por cierto. Lo digo porque nadie decente y con vergüenza acepta ser lo que no merece a costa de engañar a todo un Pueblo.
Los reyes, ya que fueron, queden para la historia y estatuas cagadas por palomas, pero ya está bien con la sandez.
No soy republicano pero para ser monárquico tendría que carecer de cerebro.
Usen el suyo.
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