Hola bonita,
Te cuento que me hubiera gustado llamarte mía, mi bonita.
Aún no se cumple un mes desde que me fui y tengo que confesar que no he renunciado del todo a ti. Te quiero mucho y no sé porqué, es la duda que me persigue desde hace 5 meses. No eres especial, no eres una mujer dispuesta a querer, no cuidas mi corazón, entonces ¿por qué te quiero? ¿Por qué te extraño?
Te escribo esta carta a modo de despedida porque mi corazón es noble y no puede irse sin dar explicaciones.
En mi corazón vive un cariño sincero por ti, porque te quise sabiendo bien que no ibas a darme nada de lo que busco. Disfruté cada una de las risas que robaste de mi pecho y aunque las extraño y aunque me gustaría regresar para hundirme entre tus caricias, es momento de irme y permitir que tu recuerdo viva libre en mi mente.
Te quiero, pero te quiero más de lejos.
No me pides nada pero yo que todo lo olvido, prometo no olvidarme de esa mirada tan linda ni de esos ojitos que me gustaban tanto.
Fuiste un instante en mi vida que espero que vuele libre.
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