you were from a perfect world.

July...

Joder. No sé qué hacer. Supongo que estoy necesitando drogas, pero me aterra pensar que una vez que todos se vallan, haré lo de siempre: distraerme, estabilizarme, soñar y mirar a las nubes imaginando que son grandes escopetas cargadas listas para llover balas de plomo directas hacia mí.

Ya viví esa vida y estoy hartx. Harto de ser un hippie errante, un extraño autodestructivo, inalcanzable que sólo valoraba tu luz, cuya presencia etérea proveniente de ti me iluminaba.

Quisiera ser algo bueno para ti.

Convertirme en alguien digno de ti.

Alguien que te merezca.

Que te despierte. Que te levante. Que te toque.

Desde antes de conocerte, yo me estaba muriendo por dentro. Tú no lo sabías y tampoco a ti te interesaba por haber estado tan centrado en ti mismo.

No sabía que me iba a morir por amor de nuevo.

No sabía que ibas a hacer eso.

Hasta que apareciste y moviste mis cables internos con tu mirada, con tu sonrisa, tu voz, tu luz sobretodo... me hicieron cortocircuito.

Seguro que te olvidaste de mí.

Siempre olvidas todo.

No sé dónde está tu cabeza y mucho menos la mía.

Cómo quisiera que estuvieras aquí, racionalizando, conspirando, convenciéndome de tus discursos hiperrealistas que eran tan fuertes que el balazo que me quiero dar en medio de los ojos, diciéndome: «baja esas pastillas, son inhibidores del ánimo. están hechos para controlar, para enfermar, no te llevarán a ningún lado».

Cómo si no lo supiera, amor mío.

Pero tú no estabas preparado para mí.

Y creo que yo tampoco lo estaba para ti.

Quizás sobreviva.

Pero me mataste cuando te fuiste.

Y nunca lo supiste.