- ¿Por qué no me mirás cuando me hablas? //¿acaso soy poco digna de tu mirada? ¿o acaso sos tan despreciable y estás tan vacío que me vuelvo una ausencia sin más?// - Ey! Mirame cuando te hablo. - //¿me estás mintiendo? ¿por eso no me mirás? ¿o hay una verdad que no me querés decir? ¿qué pasa?//

- Soltáme

- ¡No! Mirame, ¿por qué no me miras cuando me hablas? Contestáme

- ¡Porque tengo miedo!... Tengo miedo de mirarte y de perderte para siempre. ¡Dios! Hay miradas y miradas, ¿no te das cuenta? Mirá ese niñito de allá como mira a su abuela con ojos de gracias porque le compró el chupetín que quería del negocio... Mirá del otro lado, la nena que está sentada en la fuente, ¿la ves? Tiene la mirada vacía... Y mirala a la pelotuda de la madre como le ladea la cabeza a un lado y le abre los ojos bien grandes como diciendo: "¡Dale Sabrinita! Sonreí de una vez para la foto mamita!"

//¡Se le nota que no tiene ganas, pero no le queda otra!//

O Aquel... Miralo al Aquel Tipo, el chabón de buzo azul y pantalones negros cortos, ese que va cruzando la calle con la mirada en el suelo, ¡no tiene noción de si lo puede matar un colectivo! Ese tipo no mira el cielo ni de casualidad, lo veo pasar todos los días, y todos los días pasa con la cabeza a agachas, ese tipo no mira el cielo porque perdió un amor. Aquel va por la vida mirando el piso para ver si algún día La Muerte le devuelve lo que se llevó... Y te aseguro que sale de su casa cuando llueve para ver si encuentra su alma en el reflejo de algún charco... Por eso no puedo mirarte, sería condenarte

y yo

te amo