yo te amaré por siempre, (aunque no quiera un mañana)

el camino a casa se alarga cada día,

se enrosca en un bosque inmenso y hostil,

y yo prefiero el frío en mi geografía antes de llegar,

esa escarcha que me sostiene y me hace caminar.

mi pasado dicta mi presente: cada error es un peso sin perdón,

ojalá tuviera lo que deseo; Dios mismo sabe que sería la primera vez.

algo en mí se empeña en creer que la paz, la felicidad, el amor que no fueron hechos para mí, al menos no en esta vida.

tus palabras quieren ser analogas a las mías, pero agregando desdén, cinismo, burla

mi propia dialéctica de mujer abandonada se vuelve filo, que agrega cicatrices a mis lienzos

quizá la plenitud de alma no fue hecha para mí, al menos no en esta línea de vida.

si dejo de ser mía, ¿me amarías? ¿me acunarías como cuando era a una niña?

como cuando mi alma era pura; mi cuerpo ya no lo es hace mucho tiempo

mis silencios guardan verdades que corroen los huesos de mis piernas, los dejan vacíos, paupérrimos, así cualquier camino a la dicha se vuelve una tortura que se prolonga por millones de segundos .

hubo un atisbo de esperanza hace un tiempo, pero de mí fue arrebatado por las mismas manos que me lo dieron.

y aprendí que el amor no encaja en esta línea de vida

quizá deba esperar dos más, porque la felicidad no está hecha para alguien que se aferra con vehemencia a un dolor inconmensurable que debió ser abandonado hace millones de minutos.

mis lágrimas son objeto de ironía, mi sentir, pecado imperdonable.

mi sentir, este sentir tan impuro y aberrante, estos pecados imperdonables, caen y recaen en el peso de mi espalda, se hace imposible mirar hacia adelante, imaginar un futuro

porque probablemente

no exista tal futuro,

solo pueda vivir en un presente difuso con la incertidumbre de un mañana.

ojalá viajar al pasado, cuidarte, peinarte, cantarte, y evitar el día en que conociste a quién me dió su alma en pena y una ira inconmensurable que,

en tus palabras, arruinaron tu vida.

ojalá mi amor, pudiera juntar mis errores

y que sus consecuencias

solo afectaran mi geografía,

y no tu cotidianidad, tantas son mis fallas, tan evidentes, entiendo entonces que no la vida que tuve no me hizo tan despreciable,

sino que mi naturaleza

es el karma de todos mis pecados

en noventa y ocho vidas anteriores,

mi dolor

se concentra

en cada paso en falso que di,

y quizá es un poco así vivir con vos,

o ser yo,

es en realidad

caminar en una cuerda floja

sabiendo que cualquiera paso en falso me garantiza una caída inminente

en las redes tu desamor,

en las redes de soledad

que me acompaña hace tanto millones de días.

es preciso que lo sepas,

la puerta que tengo que cruzar

para evitar mi existencia

y garantizar tu paz,

está cerrada con miles de llaves

te prometo mi amor,

que algún día,

pronto, más de lo que imaginas

cruzaré esa puerta

y tus días dejarán de ser grises.

yo te amaré para siempre,

los siempre también hablan de un mañana, y quizá no quiera que exista.