Yo que nada sé

Yo que nada sé

Qué sé yo

de la vida

Más alla de las

vanas historias

Qué sé yo

de dar vueltas

en círculos una y otra vez

perdido, desorientado,

esquivando

la bala de turno

escogiendo

los peores momentos

para ser parte del circo

y esconderme

tras el aplauso fácil

intentado no dejar,

en cada vuelta,

un jirón de mi mismo

Ilustrando una pared vacía.

Si acaso,

soy, una pequeña porción

de incertidumbre,

un rostro

con la mirada perpleja

sin saber hacia dónde observar.

Qué sé yo

de pretender grandes sueños

de andar por el mundo

abriendo la boca

cerrando los brazos

dejándome los ojos

ante cualquier delirio.

Qué sé yo

de abrir mis venas

bajar del cielo

analizar

con pretensiones

de erudito

las mareas que no saben

llegar, romperse, partir

si no son más

que el vaiven líquido

de un desencuentro

que no cesa.

Qué sé yo

de jugar con la corriente,

asirme a ella,

apuntalarme con brazos

de ramas secas

y colgajos de piel quebrada.

Qué sé yo

de inventarme

una historia que sea fea,

sucia o viva.

Qué sé yo

de lanzarme al vacío

caer como un bólido

con fuego en la sien

y el coraje dormido

y la muerte en los talones

como tú y él, y aquel.

Pero soy de carne

y hueso

con suerte, senil

Un Pedazo de vida

editada por muchos

momentos

que no han dejado de ocurrir

Y aquí estoy

sin ser,

sin saber,

sin querer.