Yo no soy comunista.

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Menos y más.

Un modo de defender al Capitalismo es acusar al Comunisno de ser lo mismo que él, pero con otra bandera y con menos libertad.

Digamos que lo que se defiende así es una especie de mal menor.

La Libertad es invocada en estos casos como el beneficio máximo del Sistema Capitalista.

Y sí, hay una libertad evidente que es la del Capital. En buena lógica considerando que el Sistema lleva su nombre. Los ricos, los dueños del Capital, son los seres más libres del planeta.

Podemos ver esa libertad en las grandes empresas de todo tipo:

Armamentísticas

Petroleras

Farmacéuticas

Inmobiliarias

Alimenticias

...

Hacen lo que quieren y cuando quieren. En su particular beneficio.

¿Por qué creen ustedes que hay tanta cronicidad en las enfermedades?

Un enfermo crónico es mucho más productivo que uno sanado. Lo que interesa no son los medicamentos que curen, sino los que permitan la vida controlando la enfermedad de algún modo.

A nadie en las farmacéuticas le interesa una cura universal contra el cáncer (ya sé que hay de muchos tipos y quizás ni siquiera eso sea posible, pero de serlo, nunca saldría al mercado). Se gana más dinero con largos y penosos tratamientos, aunque sean ineficaces.

Las guerras no son inevitables, pero suceden de forma constante. Sí, porque sin guerras no harían falta armas y unas empresas muy poderosas no tenderían razón de ser. Las guerras, para el Capitalismo, son necesarias.

Así, podemos seguir con temas como el de la obsolescencia programada, las energías renovables, el negocio del reciclado, la especulación con los alimentos y otros bienes básicos como la vivienda. Incluso el agua es un bien de mercado que un día costará salud y vidas, más cerca de nosotros de lo que ya las está costando.

El Comunismo denostado, única defensa que tiene el argumentario Capitalista, no es un diseño de banderas y un modo de dictadura. Así se ha perjudicado a la idea que nunca o muy pocas veces se ha llevado a cabo.

Es evidente que las personas que se alzan con el Poder, una vez en él, pueden y suelen usarlo a su antojo, pero eso no desvirtúa a la idea, desvirtúa al ser humano.

Los empresarios usureros y ruines se quedan la riqueza, las migajas que caen de sus mesas son para que los trabajadores la sigan generando.

Yo no soy comunista.

Pero ser anarquista es soñar con una Humanidad que no existe.

Y así, los más, siempre perderemos frente a los menos.