Querido hipotálamo:
Mira, no sé si crees que estoy en una comedia romántica o en un experimento con ratas dopaminérgicas, pero te aviso que esto no es Netflix.
Yo no estoy aquí para pasarme los días esperando a ver si ese sujeto respira en Instagram.
Sí, entiendo que tú querías amor, conexión, oxitocina y un poco de serotonina. Pero ¿era necesario activar la alerta roja cada vez que el chico este se conecta?
¿Tenías que hacerme revisar su perfil como si estuviera buscando signos vitales? ¿Me estás tratando de decir que “leído” = “valor personal”? Porque si es así, vamos a tener un problema.
Déjame explicarte algo, mi querido sistema límbico sin sentido del ridículo:
NO TODO MENSAJE NO RESPONDIDO ES UN RECHAZO. Y NO TODO “ME VIO LAS HISTORIAS” ES UN “TE AMA EN SECRETO”.
Ya basta. No necesito más películas mentales. Necesito paz, claridad y volver a tener control de mi dopamina sin que tú estés en modo “adolescente enamorado con playlist de fondo”.
Así que te propongo lo siguiente: Yo me encargo de tomar decisiones racionales con la corteza prefrontal. Tú descansas un rato, tomas agua, haces sinapsis con algo útil y te olvidas del Instagram de este tipo.
Y si vuelves a intentar manipularme emocionalmente con flashbacks o expectativas irreales, te juro que te meto en modo avión.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.

Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión