Yani

Yani, te lo voy a decir por acá para ver si de esta manera, a lo mejor me prestas más atención, o te queda anotado por lo menos; en una de esas lo volvés a leer. Quiero que sepas que no estoy enojado, estoy triste que es distinto. Al principio estaba un poco enojado, pero después cuando procesé que ni si quiera entendías cuál era mi reclamo, pese a que ya te lo dije dos veces (la segunda con lágrimas en los ojos), me entristecí porque evidentemente no es que no lo entendieras, es que no te importa para querer entenderlo; o sí, también entiendo que estás súper ocupada y que trabajas un montón . Estoy triste primero por eso, porque ya te dije que reclamar amor a mí no me sale, y siento que no debería ni tener que exteriorizar esa necesidad.  Un diálogo, un interés genuino, una charla donde miras al otro a los ojos y te interesa realmente saber qué le pasó, qué piensa; en qué anda en definitiva. Lo que me pone triste es que al parecer no te das cuenta que casi ni nos tocamos más que para darnos unos besos; que no hablamos de otra cosa que tu trabajo o la familia, que no me haces ni siquiera ninguna insinuación de nada. Si vos no querés todo eso, yo lo entenderé perfectamente, o si no tenes tiempo también, eso a uno lo excede. Pero no puedo pretender que está todo bien o que no me duele que estén así las cosas, que el contexto no ayude, y sinceramente no veo ningún interés de tu parte en hacer algo juntos. Me siento un boludo todo el tiempo preguntándote yo cuando nos vemos, si voy, si venís, de ponerme contento cuando sé que a la tarde te voy a ver; cuando vos el otro día prácticamente por no tomarte un momento para leer detenidamente lo que te dije, me estabas esperando sin recordar que vos misma me habías dicho que no podías. A mí esos olvidos siento que no me podrían pasar jamás porque sos vos, con otra persona quizás, pero con vos no. Sos mi pareja. No sé, cada uno es distinto, pero siento que en otro momento no te hubieras olvidado así las cosas, para mí eso se traduce en una falta de interés. Si el motivo es quizás por tu medicación o lo que sea, yo te entenderé y te pido disculpas por culparte de algo que en definitiva vos no podes controlar. Pero bueno, yo tampoco puedo fingir estar feliz en una relación en la que siento que hay cosas que no son recíprocas. O si las cosas no están bien, al menos hablémoslo, yo no puedo fingir demencia como se dice ahora. A mí, todo esto, me hace mal. Me hace mal no poder tocarte, no sentirme tocado, ni mirado, ni valorado, ni nada. Siento que soy una cosa que va y viene y que sirve necesidades ajenas, y se va a dormir. Yo no quiero eso para mí, ni para nadie.

Ayer cuando terminamos de hacer todo lo que teníamos que hacer en tu casa, te miré y te dije "Amorcito", con la mirada llena de ganas de que me abraces o me des un beso, pero a vos no te pareció raro que en todo el día casi ni nos hayamos tocado. Insistí para que vengas a abrazarme (que admito: viniste con amor) y te quedaste un rato con tu cabeza en mí pecho, mirando hacia el espejo gigante que estaba a mi derecha, y te dije que el día se nos pasaba muy rápido y que sentía que ya no hablábamos, que no había diálogo, y bueno, aproveché. Me dijiste que ya sabías todo, con bastante resignación en la voz, pensando que quizás esa entonación haría sonar un poco más sufrido el asunto, pero en cambio sonó como que querías cambiar de tema y de hecho lo hiciste, y te fuiste a la cama. Quise seguir explicándote lo que me pasaba, me contestaste un rato más, y al toque ya estabas dormida. Por eso también lloré antes de dormir, porque me pareció todo tan triste. Justamente mientras te reclamaba amor, te quedaste dormida, como una contestación inconsciente. Por eso también me desperté triste, y más triste cuando entendí que seguías sin advertir el porqué de mi mal humor. Me parecía que estaba en un cuento de locos. Por eso no me pude reír de tus chistes. Reírme hubiese sido entrar en la locura. Por eso sólo esbocé una sonrisa.