Ya me voy
Jun 6, 2024
Ésta ya fue nuestra última semana juntos, y por más que quise creo que no logré hacerla una buena semana, ni tener días para memorar algo bueno, ya sé que te urgía que me fuera, que me largara ya, básicamente querías correrme y lo entiendo yo también, pero qué difícil es ver ese aspecto tuyo hacia mí, ese desprecio y hasta odio en pequeñas acciones que recordaré cuando esté solo. Lamento todo esto, todas la tristeza y dolor por el que te hice pasar, y el que hayamos llegado hasta este punto, lo siento por llevarte hasta el límite y hacerte sentir mal, por hacerte reaccionar de maneras que ni tú conocías, y por yo también reaccionar así, ambos nos lastimamos mucho y siento que es debido al cómo llevé y afronté esta relación.
Ya no buscas darme un abrazo, o un pequeño gesto de cariño, ya no te interesa si estoy triste o estresado o fastidiado, ni el cómo ayudarme a superar eso, ya no te interesa si comemos juntos, si vemos alguna película o serie, si solo estamos en compañía del otro. Ya perdí todo eso, pero, aun así, mi mente quisiera poder formar más recuerdos contigo, poder dar un poco de alegría a toda una vez más, al menos antes de que me vaya, pero ya hasta siento que ni eso quieres de mí. Lamento si también parecí distante éstos últimos días, honestamente quería darte tu espacio, pero fue difícil hacerlo de una manera que me diera paz, sentí que al hacerlo solo estaba actuando como si estuviera peleado contigo, o enojado, y no sé si tú lo sentiste así, pero no fue algo fácil, no me gustó ver que nuestras conversaciones pasaron de ser párrafos y muchas líneas de texto en un solo día, a simplemente resumirse en 5 mensajes en el día. Me da pesar saber que cuando salga de mi trabajo soñado, llegaré a un cuarto vacío, a un lugar donde ya no veré tu rostro, donde ya no me preguntarás como me fue, donde estarás igual de emocionada o hasta más que yo por haber logrado llegar a esa meta, donde ya no me darás un abrazo y dirás que me extrañaste.
Ya te lo había comentado, pero siempre que llego a casa solo termino llorando en el que era nuestro cuarto, en la que era nuestra cama, y me intento aferrar al olor que dejas en las almohadas, al cómo dejas acomodada tu ropa, al cómo tu maquillaje o tus peines se quedan después de que los usaste antes de irte por el día de hoy. Honestamente no puedo prometerte que estaré bien sin ti, yo no creo que sea posible, a decir verdad, ¿es tan malo que de verdad aún esté enamorado de ti? A veces hasta pareciera que te molesta o te enoja que me sienta así aún, que aún piense en ti como el amor de mi vida, como mi amiga, como mi novia y mi esposa.
Siempre voy a desear que todo esto llevara un rumbo diferente, que realmente hubiéramos podido cumplir muchos de los sueños que, al menos yo, tenía para ambos, para nuestra familia, por qué a pesar de que aún me gustaría cumplirlos, ya no serán lo mismo sin ti a mi lado, sin mi motivo para soñarlos en primer lugar. Odio el tener que ahora pensar en tener esa felicidad solitaria, esa que ya no me hará sentir completo o realizado, porque honestamente a pesar de todo lo mucho o poco que logramos juntos, sí eran grandes pasos para mí, para lo que jamás creí poder tener un día en mi vida.
Eran pequeñas victorias que ahora ya no volveré a experimentar, el hecho de poder despertar tarde un sábado, abrazarnos al despertar y decidir seguir descansando un rato más solo para tener una excusa de no soltarnos, el poder disfrutar un desayuno juntos, un café, ver a nuestra hija ser feliz al tenernos al fin a ambos un día entero. Ahora solo podré imaginarlo, aunque sinceramente sigo deseando poder volver a experimentarlo contigo algún día. El martes que me ofreciste dormir en la cama contigo, sí acepté de corazón porque quería estar junto a ti, pero también me sentí tan vacío y triste, creo que no te diste cuenta, pero esa noche me la pasé llorando por toda la impotencia que sentí, ¿qué caso tiene dormir con la persona que amas y más quieres, si ya no puedes abrazarla o decirle te amo? ya ni siquiera sentí que estuvieras en la misma cama que yo, fue demasiado duro darme cuenta de eso.
Me da miedo que ya no quieras saber nada de mí, que no te alegre si un día recibes un mensaje mío, una llamada, si decido abrazarte y te quieres alejar de mí ya. No quiero volverme un desconocido para ti, especialmente porque siento que sabes tanto y hemos vivido tanto juntos que, al menos para mí, sería algo imposible de hacer, pero si tú lo haces ya sería otra muerte más para mí y mi corazón. Acepto que por ahora esto acabo, pero lo que aún no logro aceptar es tener que alejarme en todo sentido de ti, ya te lo había dicho, tú fuiste la única persona que permaneció a mi lado incondicionalmente, y ahora dejarte ir es lo más doloroso del mundo, aún no puedo hacerlo. Lo que más odio es tener que callármelo ya, no poder decirle esto a nadie, ya no puedo llorar contigo, no tengo a nadie más a quién pedirle ayuda, a quién abrazar cuando mi cuerpo ya no puede más, lo peor es que tengo que aparentar fortaleza por nuestra hija, y hasta eso me ha costado demasiado.
Nadie más me va a conocer como tú, con todo lo bueno y malo que eso lleva, nadie va a saber mis sueños, lo que me da alegría, qué comidas me gustan, qué me da paz, qué me da tristeza, qué me hace enojar, cuáles son mis metas laborales, personales, sí me gusta pasar tiempo solo, si no me gusta pasar tiempo solo, mis series favoritas, mis juegos favoritos, lo que me ayuda a relajarme, no podré platicar de las cosas que me dan risa, de la música que me gusta, por qué me cuesta tanto expresar mis sentimientos, mis miedos, de los lugares a donde me gustaría viajar, he perdido a la compañera de vida que hacía que todas esas cosas tan simples me dieran tanta felicidad al compartirlas.
A veces creo que sí te estoy "superando" o al fin estoy aceptando que no estamos juntos por una razón, pero luego te veo, y mi mundo se desmorona, por qué recuerdo todo, todo de verdad, creo que te lo he dicho, los momentos que me marcaron estando contigo siempre están presentes en mi corazón, y es ahí cuando otra vez me vengo abajo, cuando vuelvo a tener la esperanza y el deseo de que nuevamente algún día tú seas la que diga que me extraña, que quiere abrazarme, que quiere estar conmigo, que podemos salir adelante juntos. Y sé que no pasará, al menos por ahora, y me termino engañando y haciendo daño a mí mismo por mis propias ilusiones, me pongo a pensar el si de verdad soy tan mala persona, si soy alguien feo, si no tengo suficientes ambiciones, si no soy alguien de quién te de orgullo hablar, me termino atacando por cosas que ni siquiera me dices o piensas, me termino muriendo por que la indiferencia que tienes hacía mí me genera odio y miedos hacia mí.
Me da tristeza que quizá sí mejoremos estando separados, que por fin logremos ser mejores personas, que tengamos más oportunidades, que se nos abran más puertas y que estemos más cerca de nuestros sueños, creo es lo que más frustración me daría, el poder tener todo eso y no tener nadie a quién dárselo, no poder recompensar a la persona que me ayudó a llegar hasta ese punto sin esperar nada a cambio. Yo sé, tenemos una hija por la cual luchar, y lo haremos, quizá ya no juntos, pero lo haremos. Pero, aun así, es un vacío que no puedo llenar de ninguna manera, es una tristeza que siempre me va a recordar lo que pudimos haber hecho juntos, de haber dejado de lado mis miedos, mi egoísmo, mi arrogancia, pero es lo malo de haber vivido demasiadas cosas de golpe mientras éramos jóvenes, la verdad ninguno de los dos pensamos que llegaríamos a este punto. De verdad espero que no pienses que esto es un final, o un adiós, no quiero que sea algo definitivo, si no una pausa, para mejorar, para ayudarnos aún, para procurarnos y, espero yo, poder lograr revivir ese amor, yo lo intentaré de las maneras que pueda, por más que pienses que no es justo, que esa no es vida, que no me aferre a ti.
Déjame decirte que lo que no es vida, es lo que yo he hecho durante casi 30 años, de verdad que eso no es vida, por eso quiero empezar una nueva, por ahora solo, no me queda de otra, pero quiero reencontrarme contigo, que nos reencontremos y a pesar de haber cambiado, poder reconocernos y saber qué, ahí dentro, sigue la persona de la que me enamoré a los 18 años, aquella niña tan amable y tímida que aún espero poder proteger con mi vida y mi alma, a la que le prometí el mundo y ahora pueda dárselo de verdad.
Creo que lo que menos me gustaría aparentar es alguien que está rogando porque lo notes nuevamente, porque le des un poco de cariño, una pequeña pizca de él, y lo malo es que sí lo estoy aparentando ya, con mis miradas, con mis expresiones corporales, con mi voz, lo siento mucho, no es mi intención, pero solo son reacciones que tengo al sentirme sin como poder vivir sin ti, porque yo sé que tú ya me superaste, pero yo aun no aprendo a vivir aceptando que te fuiste, y que yo me fui. Quiero aprender a ser mejor, a ser feliz, a ser suficiente para mí, y cuando llegue a ese punto, quiero poder aprender a hacerte feliz a ti, a darte amor, a enseñarte que aún puedo intentarlo y hacerlo mejor cada día. Tengo muchos arrepentimientos en mi vida, muchos y muy profundos, pero lo que no quiero es crear otro, hacer uno más profundo, y ese sería dejar de creer que eres la persona que más amo en esta vida, si algún día me engaño pensando en eso jamás me lo perdonaría.
Quizá por ahora no esté contigo, quizá ya no pueda levantarme y preparar tu desayuno, tu lunch, llevarte al trabajo, recogerte, pero quiero creer que hice lo suficiente para que a pesar de mi ausencia aún sientas el amor que tengo hacía ti, ya sea en cosas tan simples como que recuerdes el cómo compartíamos nuestra comida, el que dejaba tu ropa limpia en el cuarto, en el cómo preparaba el desayuno a veces para ambos, que pienses en mi cuando sientas mi huequito en la cama, que quizá haya olvidado alguna playera o suéter antes de irme y lo abraces como si fuera yo, en el cómo podías contar con un abrazo mío siempre o en que simplemente leas ésta carta de nuevo algún día, y sepas que estoy contigo. Ojalá lo veas como recuerdos lindos, y de verdad espero que no estés dispuesta a dejarlos ir o a olvidarlos, al menos hasta que podamos reencontrarnos de vuelta para poder reforzar todo eso.
Me pregunto si sigues oyendo la playlist que te hice, si hayas notado que cada día sigo agregando canciones que me recuerdan a ti, que me hacen sentir lo que quizá sentiste, sé que es algo pequeño, pero hay muchas cosas que tienen mucho significado para mi al haberlas hecho pensando en ti. También me acuerdo que, a pesar de que quizá no haya sido la gran cosa, me da ternura pensar en el día que nos tatuamos juntos sin tatuarnos juntos, cada quién eligió algo distinto, pero a fin de cuentas era lo mismo, un gato, quiero creer que eso tiene un significado especial, que, a pesar de nuestras diferencias y similitudes, estamos conectados hasta en las cosas más simples. ¿Te acuerdas el cómo yo decía algo o tú decías algo, e inmediatamente el otro reaccionaba con un "yo te iba a decir lo mismo"? De verdad eso es algo que jamás podré repetir, no sé si me creas o no, pero en serio, es un vínculo que no espero volver a experimentar con nadie más, no es algo que desee o necesite, simplemente es eso, no volveré a amar de esa manera, ni a ser feliz de esa manera, me diste todo y más, y te lo agradezco en ésta y todas las vidas que tenga.
Ojalá cuando uses el corazón que te di, recuerdes que tienes el mío, que estás dentro de él y siempre vas a tener un lugar donde te recibiré con los brazos abiertos, no sé qué tan bueno sea decirlo, pero siempre estaré a tu disposición, para escucharte, hablar de lo que sea, verte, invitarte un café o un postre, siempre querré tener una pequeña excusa para decirte de nuevo hola, y para no querer decirte adiós. Quiero que cada que veas ese corazón recuerdes aquellos días que pasamos en Xalapa, esas tardes y esas noches, y el cómo desde ese entonces sabía que quería vivir mi vida contigo. Búscame, cuando lo necesites y lo quieras, cuando no sepas a quién más recurrir, aún si soy tu última opción, pero búscame porque yo te escucharé cuando lo hagas.
Siempre seré tuyo, y tú siempre serás mía, y no lo digo en un aspecto posesivo, lo digo en el sentido de que, de verdad, tuviste y tuve lo que nadie más pudo darnos cuando lo necesitamos, siempre que piense en ti no lo haré como si fueras mi ex, o mi pareja anterior, para mí siempre serás el amor de mi vida, mi esposa, estemos o no estemos juntos, es algo que nadie me va a poder quitar ya, para bien o para mal es algo que siempre tendré para mí y solo para mí, y si con eso puedo ser feliz lo acepto, te mentiría si te digo que no me da miedo que encuentres a alguien más, sea mejor o sea igual o sea diferente a mí, pero sí es una preocupación que me nace, pero aún así aquí seguiré, plantando flores en un jardín que quizás no verás, pero yo sabré que existe en mi alma.
Gracias por hacerme sentir lo que es el amor, lo que es la felicidad, lo que es tener una familia, nadie más que tú podrías haberme dado esas oportunidades, el saber que podemos lograr lo que nos propusiéramos, y viendo hacía atrás la verdad es que sí avanzamos bastante, y aún podemos avanzar más, te amo, te amé y te seguiré amando, de verdad espero poder coincidir contigo nuevamente, hacer las cosas bien, paso a paso, y a nuestro ritmo. Tú me viste por lo mejor que era, no me viste como aquel niño solitario y triste, tu tuviste la confianza de creer en mí más allá de eso, en saber que podía lograr mis metas, y en parte lo hice, y de verdad espero poder ser aquél del que te enamoraste, aquél en el que creíste que me convertiría, quiero llegar y decirte que lo logré, y será gracias a ti y a todo tu apoyo. Te amo.
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