Amor, qué tristeza habernos perdido
y no volver a encontrarnos más.
Pero pese a todo,
aún recuerdo la primera vez
que me dijiste que me amabas.
Aunque ahora
en cada lugar que existíamos juntas,
en cada esquina que solíamos hacer nuestra
ya no hay nada más que silencio
y aquel vacio como si nada hubiera existido.
Ya sé,
antes era nada o a medias;
ahora somos nada.
Me cansé de existir a medias,
pese a siempre haber dicho que
tu risa era algo que me ayudaba a sobrevivir
en este mundo que carece de amor sincero.
Hay cosas que sentía nuestras
pero ahora sé que ya no tenemos nada.
Nosotras eligiendo la distancia
porque tiempo no hay
como aquel que queríamos
buscarnos en cada momento incluso los más cortos.
Podemos ignorar lo mucho que
nos amamos y preocupabamos,
lo que yo conocía de vos
y vos de mi.
Pero nuestros cuerpos no,
no nos dejarán olvidarnos.
He sentido que hice de todo
para no terminar así,
pero no nos dejan pertenecernos
y vos tampoco,
ya lo entendí.
Aún así no entiendo
por qué siempre terminas siendo parte de mis dias,
mayormente en un rincón de mi mente,
me pregunto si la tuya también me recuerda así
y no te deja tranquila.
Pero yo tuve que elegir obligadamente
dejarte tranquila,
así que me cansé de ser la que pregunta.
Dejaré que mi mente se quede
con esa duda en un rincón,
si de todos modos
nunca has sido buena con las respuestas.
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