Quedaron en el olvido tus recuerdos,
Quedaron tus caricias sin sentir por mi piel.
Quedaron en versos tus palabras,
En mi vida fuiste siempre un bien,
Que palpitaba, que me quemaba,
Con fuego en tus ojos melosos.
Te busqué en la cama donde dormimos,
En la almohada que abracé solo.
En la ducha que compartimos,
En el camino que recorrimos.
No me dejaste, no te dejé...
El padre no te ha buscado,
Porque por ti pregunté. Yo pregunté.
Tus pupilas esmeraldas iluminan,
Mis palabras que en mil hojas te dejé,
La distancia a veces se acortaba,
A veces se extendía por mil,
No sabes cuánto te adoro,
No sé si me has querido, no sé...
Pero extiendo mis brazos y no te alcanzo,
Corro detrás y no te alcanzo,
Marque en el calendario el tiempo juntos,
Pero hoy me di cuenta con asombro,
Que era tu sombre junto la que estaba
Porque un día te fuiste
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