Aquella tarde
la cólera del pasado
lanzó su conocida maldición
y sobre mi mente virtió
los recuerdos de tales rostros
tales decisiones
que hicieron a mi cuerpo
asemejarse con lo marchito
Frente a ellos
mis lágrimas sucumbieron
haciéndome saber
que mi fortaleza ya cansada
podía permitirse un lugar
sobre este mundo
para ser abrazada
(Aún con vergüenza
por nunca ser comprendida)
Sobre tus brazos -sin quererlo-
-sin poder evitarlo-
me rendí
como un animal se rinde ante la muerte
como el humano se rinde ante la vida
(que no son tan diferentes)
La peculiar y divertida voz que manifestaste
apenas te percataste que el pensamiento
me seguía robando los ojos
e inundando los oídos
me transportó al momento de mi niñez
en donde yo siendo rabia incontrolable
o pena muda
mi padre siempre encontraba la forma
de provocar la sonrisa
que de puro orgullo y terquedad
se rehusaba a brillar
o al menos, vivir
Ese risueño consuelo
lo perdí al crecer
y nunca más lo pude traer de vuelta
a la orilla del mar
Por esa razón, vida
es que las lágrimas no podían entrarse
o quedarse quietas
mientras tu rostro contemplaba
ya no era tristeza
lo que a mi cuerpo exaltaba
era ahora la música
que mi alma de infante alguna vez proyectó
Y que usted, tesoro recóndito
de este mundo y sus desgracias
logró devolver a la caja
(mi rostro)
(mi recuerdo).
Los niños que alguna vez fuimos, juegan sin nosotros percatarnos, ellos saborean el amor que no pudieron recibir, cada vez que en una mirada nuestra se sonríe. Sus raíces ahora permanecen protegidas, incluso con tanto árbol muerto alrededor. El mismo dolor los ha encaminado, no sirve el arrepentimiento sobre lo presenciado.
Ahora construyen un jardín, y desde sus propias raíces le dan vida a diversas especies galácticas, nunca antes vistas, demasiado hermosas para -antes- poder sobrevivir en esta tierra que en el presente habitamos. Pero, ellos están muy lejos de la tierra construida por el humano adulto, de sus incongruencias e injusticias; ellos han creado su propio planeta, y no son egoístas si algún otro ser desea reposar en la ternura que allí yace, cumpliendo el rol del sol, alumbrando cada instante, incluso si es un espejo hacia el abismo. La ternura brindará su abrazo a cualquier caído.
Gracias por alentarme a repetir sin miedo que no estoy solo, por darme la oportunidad de creerlo. Contigo crezco desde una belleza inusual, que jamás en mi vida había experimentado con todos mis sentidos. Y respecto al amor, me siento seguro, como si éste de verdad hubiese sido mi hogar por siempre, sabiendo ahora, que no me mentía a mí mismo al decir -con la frente bien en alto- que vivo por el. Por la oportunidad humana, de cambiar perspectivas. De crecer.

Espiral
Mi nombre es Sayen🥀 ...SUFRO PARA ESCRIBIR ESCRIBO PARA SUFRIR... también para incomodar 🖤 $hile.
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