tengo en un diario escrito el recuerdo de nuestras vacaciones, el departamento que alquilamos en mar del plata, la música que compusimos en la sala de estar y el deseo de quedarnos a vivir ahí. tengo las fotos de cuando nos sentamos en la playa, de cuando escribimos los nombres de nuestros hijos en la arena y el mar muy anticipadamente los llevó de vuelta. también tengo la memoria constante de cuando mis pies llenos de sal eran los únicos que dejaban rastro. tengo la memoria borrosa y el deseo de que tal vez hubiera querido que estuvieras ahí.
tengo tus abrazos en unos sueños quebrados, por eso espero que tus caminos dejen huella de aquello que no fue y los lugares que te hubieran gustado que fueran nuestros, porque todo fue nada, y aún así tengo un recuerdo, mi favorito, y es el dulzor en ojos ajenos cuando les conté la historia de cuando te empecé a querer.
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