Y a veces quisiera volver a ser una niña

Y a veces quisiera volver a ser una niña,

para creer que no existen decepciones

en nuestro mundo tan amoroso.

Desearía no haber crecido,

porque aquel lado tuyo me aterrorizó

de la misma forma que me dañó.

Y tenés una forma de lastimar

a alguien con palabras,

de una manera que jamás había conocido.

Y a veces siento que la decepción

es mutua.

Quisiera volver a ser una niña,

cuando no existían distancias

ni inseguridades.

Aún puedo oír el eco de las risas

burlonas en las paredes de mi corazón,

retumbando contra mi pecho y generando

una onda de pensamientos

que azota mi mente.

Extraño cuando, de niña,

no me hacías sentir estúpida,

y creía ser entendida.

Lloraba, claro que lo hacía,

pero no te entendía.

No entendía ni la mitad del dolor

que puedo sentir hoy.

En el hoy en el que estoy vacía,

carente de afecto y amor.

Y desearía volver al antes,

en el que no dormía entre llantos

silenciosos para callar el dolor

que se aferra a mi pecho.

Extraño cuando el extrañar

no era algo cotidiano,

cuando las ausencias no existían

y solo era yo contra mis peluches.

Cuando las muñecas me envolvían

en la cama,

creando una compañía superficial

que se volvía querida.

Extraño cuando los murmullos eran

conversaciones y no lágrimas.

Extraño sentir lo que era recibir un abrazo,

no tuyo,

pero sí de alguien más.

Extraño llorar por nada,

y extraño poder ser ajena al

dolor de un corazón roto.

Y creo que hoy en día tengo el

corazón hecho pedazos,

porque me tuve que acostumbrar a

ausencias que antes eran brillo en mi vida.

Ahora solo hay sombras que me

envuelven cada minuto del día,

esperando derrumbarme en este

desierto sin agua.

Y a veces mis piernas aflojan,

mis manos se sueltan y

mis ojos se empañan.

Y extraño cuando podía sentir

que alguien me guiaba,

porque ahora me siento totalmente

perdida en un mundo lleno de

personas ajenas a mi vida.

Quisiera que el miedo no fuera tan grande

como para hacerme querer hundirme

en la cama hasta que todo desaparezca,

pero está ahí, acechando.

Y a veces quisiera volver a ser niña,

para sentir tu ayuda una vez más

en este mundo lleno de defectos y dolores.