crepusculares presagios de alborecer nuestro: fabuleo primoroso,
ante un tornasolado claro — al son violín/chelo — melocotón impoluto,
allí, desentumecida espabila retozante, con osadía mi briosa fauna,
laureando ávida la cósmica fogosidad galopante de amar, a él nata.
★
favonios amartelados cautivan vitales las inermes rosas escarlatas,
alquímicos doman absoluta mi orgánica en bisbiseos — arcoíris y floras —
silentes, bajo vals acerezados viciándome a pétalos, en suma áurea miel,
zigzagueando cual soga balsámica sobre idilios, avivando hogueras piel a piel.
★
¡ay, los deshielos! opulentos irrigan cándidos mi rudimentario ecosistema,
donde la botánica silvestre afín ilustro, manifestando reflexión fidedigna,
allí, orillado a circuitos manantiales zambullendo el fértil vientre proclamado,
por deidad, — daga aliada en madera —, de mariposas impunes renazco raudo.
★
bandadas de avecillas inmigran a través de vespertinos cánticos, anidando,
aposentan: origen y patria, a desnudez de núcleos alados metamorfoseando,
amor-amor mío, plenitud y prosperidad armonizan símiles a filarmónicas orquestas,
mientras yo aguardo a tal sidéreo director; — ¿permitirá que de él sea floresta? —.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión