Del otro lado del globo,
al final del océano
En el hemisferio opuesto
o en mi teléfono, convertido en mensajes de texto
Indescriptiblemente lejos,
aún viviendo en el mismo pueblo
Ajeno a tus anhelos,
prisionero del espacio y tiempo.
Si yo fuese capaz de mover
el cielo y la tierra,
¿Sería suficiente para cesar tu
eterno sufrimiento?
Me cuestionas siempre,
“¿De qué me sirve desearte
si al final a mi lado nunca te tengo?”
Pero dime, ¿Con qué soñamos
si reunidos entre cuatro paredes
guardamos silencio?
¿Y que reclamamos ante la vida
si vivimos muertos?
¿Que consuelo esperas del futuro
si el presente lo conviertes en lamento?
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión