No sé cuándo empezó
este acuerdo silencioso.
Tal vez
cuando alguien se quedó
un poco más
al lado de otra respiración.
El cuerpo aprende lento.
No repara.
Sostiene.
Hay días
en que la herida manda.
Otros
en que apenas recuerda
su nombre.
No preguntamos demasiado.
Alcanza
con acercar agua,
con cuidar el fuego
para que no se apague.
Lo frágil no pide heroísmo.
Pide tiempo.
Pide ojos atentos.
Una mano que no tiemble
cuando el miedo vuelve.
Nada es definitivo.
Ni la fuerza.
Ni la caída.
Hay algo sagrado
en permanecer.
En no huir
cuando el dolor ajeno
roza.
Acompañar
no cura.
Pero cambia el clima.
Hace habitable
la espera.
Si mañana el cuerpo cede,
si la noche avanza,
que nos encuentre acá,
cuidando
lo poco que arde.
Basta.

Giovanni Battista Manassero
Escribo para encontrar lo extraordinario en lo cotidiano, entre el absurdo, la nostalgia y el mate bien amargo.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.

Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión