Un envase no es más que eso.
No posee, ni le pertenece nada.
Puedes llenarlo con lo que quieras,
pero nunca con lo que deseas.
Lo de adentro no se adhiere,
no se funde ni se derrama,
no penetra, no hiere,
no altera su materia.
Lo que llena al envase
solo permanece dentro,
mientras el envase sigue siendo envase.
No cambia, no se transforma,
no se libera, no evoluciona.
Un envase no es más que eso.
Y eso es lo que soy ahora.
En mí habita un corazón,
maniobra una mente,
y quedan residuos de un alma.
Pero sigo siendo apenas un contenedor,
una caja cerrada,
sin movimiento, sin voluptuosidad,
tan solo un envase existente.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.

Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión