Viejas miradas.
Abr 15, 2025
...
Quince millones de amaneceres.
-¿Somos mejores que ellos?
-Nosotros intentamos mejorar cada día. Ellos solo pretenden sobrevivir.
-No has respondido a mi pregunta.
-Yo creo que sí.
-¿Qué crees que les pasará?
-Acabarán con todo si consiguen no acabar consigo mismos. En cualquier caso su auto destrucción es segura.
-Si tienes razón... ¿Por qué irnos?
-Porque este es su hogar y tienen derecho a vivir su propio fracaso.
-Podríamos ayudarles. Enseñarles.
-Quizás, pero entonces no serían ellos.
-Ellos son el producto de sus circunstancias. Si intervenimos, seremos tan solo un factor más en esas circunstancias.
-¿Tan solo? Nosotros no somos un factor natural, por tanto no somos admisibles en su evolución.
-Eso es discutible. Existimos, como existe la fuerza de la gravedad, la inclinación variable del planeta. Somos tan naturales como el satélite que orbita el planeta.
-Es una forma de verlo, pero nuestros principios, nuestra norma de no interferencia, va en contra de lo que planteas.
-Solo digo que este es un buen lugar, y que esa especie tiene, creo, muchas buenas posibilidades de alcanzar un estado evolutivo excelso con un poco de ayuda.
-Eso está incluido en el informe, pero dudo que tales consideraciones pesen lo suficiente como para cambiar nuestro ancestral modo de proceder.
-Sí, eso me temo yo también.
Glrsentyon se apoya sobre un bloque del recio muro y mira hacia la lejanía. Lleva ya ante sus ojos, tantos y tan dispares horizontes... Y este lugar le gusta. Tres mil años después de haber llegado tienen que volver a irse. Siempre han de irse de sus hogares.
Desde que su planeta natal fue incompatible con la vida, millones de años atrás (años... Se ha acostumbrado a medir el tiempo con la frecuencia de traslación de este planeta alrededor de su estrella), él y los suyos, vagan por el universo ocupando los lugares que les son propicios para seguir existiendo.
Más de tres mil planetas en más de seiscientas galaxias son ahora las bases de sus nómadas existencias. Y siguen buscando.
Ni un solo lugar es el lugar definitivo, pues en todos los planetas aptos, tarde o temprano surge una especie que merece ser dejada a su suerte y evolucionar sin la intervención de...
-¿De qué sirve poder si nos limitamos a no hacer?
-Desde el principio es esa cuestión la que nos limita. Intentamos ser respetuosos, y, como todavía no tenemos una respuesta clara a esa cuestión, la decisión primera sigue siendo la última decisión.
-¿Cambiará eso algún día?
-Cada vez tenemos más datos, más experiencia. Son ya muchas las voces que se cuestionan la ética, la bondad de nuestro proceder. Quizás en algún futuro.
-El futuro... Eso sucede constantemente. Y mientras tanto, lugares como este, seres como estos, se quedan en el pasado. Y podrían llegar a aportar tanto...
-Tú siempre eres optimista con...
-Lo sé, lo sé. Yo ayudaría a todas las vidas con posibilidades, pero además, en este caso...
-No siempre estamos de acuerdo, pero esta vez...
-¿Cuando llegará la respuesta de Urlgm?
-Llegó esta mañana.
-Ya. Y has preferido guardarte la información un rato más.
-Sabía que te dolería y estaba esperando el momento adecuado.
-No lo hay.
-No. No lo hay.
-¿Cuando nos vamos?
-Nos dejan elegir, pero pronto.
-¿Ya tenemos destino?
-Sí.
-¿Algo que decir?
-Nada especial. Otra galaxia. Otro sistema estelar. Otro planeta.
-Y a empezar de nuevo.
-Sí. Lo de siempre, pero...
-Ya sé, al fin y al cabo, también el lugar al que vamos, tendrá sus horizontes bellos.
... (Y en esto, ignorantes de aquello).
Tantos años muerto.
Petronio, el árbitro de la elegancia (elegantiae arbiter), murió en el año 66. Vivió entre cuarenta y cincuenta años.
Todo ser humano (Cristos aparte), es más tiempo un no vivo que un ser actuante y pensante.
Nos preocupa esta brevedad que es existir porque preferimos no ser conscientes de que lo eterno, lo inmutable, lo inconsciente, es infinitamente más grande.
La hormiga es, y no se ocupa más que de hacer en consecuencia. Fito perdió la movilidad de las patas traseras y parece tan feliz en sus paseos como cuando no tenía esa discapacidad. Y no le importa quién inventó la rueda.
El dolor es lo que impera. Por el dolor se acepta el chantaje, con dolor se madruga para ir a la faena, duele el desamor, duelen las muelas. Las facturas, la inseguridad, las noticias de antena3, la crítica del vecino, la desesperanza, el miedo, algunos recuerdos. Duele el estómago al hambriento. La herida, la pérdida, el desasosiego.
La vida es muy larga cuando duele.
La muerte es un instante eterno.
...
Supongo que es ver orejas de lobo.
Se acaban las opciones. Y no es culpa de las opciones. La culpa, inocente, es de la misma sustancia de la vida. El tiempo. La energía. Salud también. Resignación, sin duda.
No es que eche de menos la mayoría de las cosas que podrían ser y no serán; tan solo es que, vivir tiene un límite. Soñar tiene un límite. La ilusión, la esperanza, el deseo. Lo infinito queda para el olvido, que es lo único que permanece inalterable.
Sucede siempre; es más lo que se pierde que lo que permanece.
No estoy triste por nada de lo que ya no haré; al fin y al cabo, es tanto lo que no he hecho, que sería estúpido lamentar aquello que nunca será.
Me divierte, todavía, imaginar los universos no transitados; pero es solo un juego del niño que nunca me ha abandonado.
Xila, mi amigo extraterrestre, sigue viniendo a verme.
Me cuenta tantas cosas que no existen, que lo que sí es, queda en un caso nada insignificante y sin importancia.
La importancia la elegimos.
Me importa el amor que tengo para quien me da su amor. Lo demás es contingente.
No tener casi nada que elegir, facilita la existencia.
¿Qué elige el árbol en la ribera?
Dormir me espera.
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