Viajar sola no es solo un movimiento físico, es un movimiento interno.
Es aprender que los nervios, las dudas y los miedos son parte del proceso, pero que no te definen.
Cuando decides dar el paso, descubres que la soledad no es un vacío, sino un espacio en el que te encuentras contigo misma.
Te das cuenta de que puedes cenar sola, caminar sola, explorar una ciudad sola… y sentirte completa.
Lo importante no es el destino, sino la certeza que se despierta en ti:
que no necesitas la presencia constante de alguien para disfrutar, para vivir o para sentirte plena.
Porque mientras te tengas a ti misma, nunca estás realmente sola.
Y esa es quizá la mayor libertad de todas: saber que puedes con todo, incluso contigo.

Ainara Berdie iglesias
Este blog nace de la necesidad de poner en palabras todo lo que sentimos pero a veces callamos
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión