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Exhausta paz asoma su cara desahuciada a mi cama demecrada

murmullos dentro de mi cabeza resuenan imagenes del pasado

esclavizados pensamientos contemplan mi estado deplorable

palidecido reloj desborda paciencia ensangrentada

Vetustos ojos inmortales observan mis segundos derramando mis

ultimos latidos de un corazon traicionado

preguntas inquietantes flotan en charcos rojizos

¿ Habra salida del dolor que nunca duerme?

respuestas mudas se ahogan en silencio

Soy

sujeto sin predicado

preso, mi crimen el pasado

sentenciado sin juzgado

rostro sin retrato

agonía sin llanto

vehementes ilusiones dociles precipitadas

obra del hartazgo de penas consumadas en llantos delirantes

el pretérito susurra a oídos de un débil presente, una salida singular del sollozo latente:

Melancólicas calles de la urbe consiguieron devorar mis pasos

Ubicado en la desesperanza se halla mi alma, por la rutina mi cuerpo y sueños fueron moldeados

Exiliado de mi mismo, exprimiendo ansiadas gotas de fe en cada amanecer desmembrado

Raro y retraído, rostro sin sonrisa, erosionado y rudimentario rigor yace acabado

Torturado por mis propias manos, noches extensas de tertulias de miedos y promesas incontinentes me desgastaron

Entre intensas quimeras y voluntades sin brazos ni piernas cesaron mi historia en un paisaje tuerto que mis temores auguraron

Extrañaré a cada persona que se ha tomado un tiempo para leer este poema

ahora descansaré en paz, esos miedos no me perseguirán

y si lo hacen, ellos ya no se refugiaran en mi cabeza

ahi afuera, en el averno, habra suficiente lugar para ellos

solo espero poder escribir en las membranas del infierno con los dedos en llamas....

Sebastian Estrada

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