verborragia de lo invasivo

enlistaría en este instante todo aquel palabrerío incesante e implacable en su constante repetición acerca de sí es más o menos factible, accesible o probable el rebalse de los muros, los bloqueos, las paredes que me nombran y razonan. costosas y tan forzosas de cruzar transforman la presencia, los intentos, las entregas, en superficialidades finamente escrutadas a conciencia, codificadas sin probabilidad de ingreso.

egreso entonces del discurso, pues en el no me encuentro y no comprendo hasta qué punto la apertura en mí obtura mi evidenciar. realmente no espero ni impero las percepciones de afuera incorporar, pero igualmente me pregunto, insisto, ¿entiende lo que significa él límite cruzar? maniobras defensivas para qué si después no se va a amar. ¿amar? amarrar las visiones, contemplar intenciones, elegir las razones por las que muestro el dolor. ¿para qué? ¿para qué?.

enlistar lo ajeno que se vivencia tan lejano, con un supuesto esmero que tan solo es mero receso de intenciones honestas, sinceras, enmascaradas caricias de egoismo en toques dulces. creo que facilmente en items podría colocar qué es lo invasivo, venenoso, implacable, bochornoso de pretender que los muros, los bloqueos, las paredes de mi incierto ante miradas tiritantes y exigentes se descoloquen y derrumben simplemente porque sí.