Hola, hace un tiempo ya que no te escribo, mis pensamientos siguen haciendo rondas nocturnas donde tengo guardados nuestros recuerdos así que eso de olvidarte me está costando un poco más de lo que debería. Me gustaría saber qué es de ti, si estás bien, si sigues pensando demás en ella o si necesitas un hombro en el que llorar un poco para poder seguir tu camino. La gente no cambia, eso suelen decir, sigo preocupándome más por otros que por mi, sigo eligiendo la opción de romper mi corazón antes que el tuyo porque no soportaría ver tu cara triste y saber que soy la culpable de tan apenada expresión. Sin embargo, me mentiste. A mi. La persona que te escribe esto. La persona que sigue queriendo lo mejor que puedas conseguir en la vida aún a sabiendas de que no me vas a incluir en esa lista. ¿De verdad era necesario mentirme? No importa, te perdono la mentira, aunque gracias a ella sentenciaste nuestro veredicto final. Esto es un adiós, un adiós de la vida real, en mis poemas y textos siempre seguirás existiendo ya que esto perdura tanto en mi memoria, como en mi corazón. Quedaran tantas cosas por decir y por preguntarte que llenaríamos un pequeño libro de aproximadamente unas 80 páginas llenas de diálogos entre el corazón y la razón, pues tú siempre fuiste la razón y yo siempre seguiré al corazón. Eres mi “y si…” a pesar de que me prometí jamás tener uno, pero fue inevitable gracias a tus palabras y tu dulce voz, me pillé por ti como una niña por la paz que me dabas al estar contigo y mi niña interior sigue echando de menos a esa persona y sus abrazos, sus llamadas en silencio que se convirtieron en las mejores llamadas que había tenido ya que sin necesidad de hablar todo el tiempo me hacías feliz igual. Ojalá poder mirarte una vez más a los ojos y atreverme a decirte que te quise, que no me colgué de ti como algo pasajero sino que llegué a quererte y a querer mil cosas a tu lado, atreverme a besarte por última vez aunque eso solo me provoque aún más ganas de una manera intensa de no parar jamás, sobretodo reunir el coraje para mostrarme vulnerable ante ti por tener la certeza de que no me harías daño aunque mi alma la desnudase solo para ti. Pero sinceramente será mejor que te vayas. Espera! Te abro la puerta y te acompaño. Te acaricio la mejilla y me despido de ti porque si te quedas un solo segundo más no seré capaz de verte marchar. Gracias a ti sé que puedo volver a querer a alguien pero ojalá me dejases quererte a ti.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión