velero

La brisa marina acariciaba suavemente la piel de la pareja mientras caminaban por el puerto, riendo y hablando como si no hubiera nada más importante en el mundo. La chica sabía cómo se comportaba su acompañante, y él sabía cómo hacerla reír. Era como si hubieran estado juntos durante años, y no solo unos pocos meses.

Mientras se acercaban al velero, la chica sacó las gafas de sol del bolso y se las entregó a él, que las puso con una sonrisa. Luego, él comenzó a navegar el velero, y la chica se sentó a su lado, sintiendo el sol en su piel y el viento en su cabello.

El mar estaba tranquilo, y el velero se deslizaba suavemente sobre las olas. La pareja disfrutaba del momento, nadando juntos, aventándose clavados al mar, riendo y bromeando.

Después de una comida ligera, la pareja se acostó en la cubierta del velero, con el sol brillando sobre ellos. El chico tomaba el sol mientras su brazo izquierdo servía como almohada a la chica, que estaba acostada boca abajo leyendo un libro. De vez en cuando, recitaba algún poema en voz alta, y el chico la escuchaba atentamente.

El cabello rubio de ambos parecía a juego, y la chica llevaba una coleta alta amarrada con una pinza en forma de flor. El chico, por su parte, llevaba algunas trenzas pequeñas en su cabello, obra de su amada.

De repente, el chico desató el cordón del bikini de la chica, haciéndola sobresaltarse y tapar su pecho. Él se rió travieso, y la chica se unió a él, desencadenando una lucha amistosa y pícara entre ambos. La lucha culminó en besos y caricias mutuas, y la pareja se perdió en el momento.

Después de un día divertido, la pareja regresó a su casa, se duchó y se arregló para salir a bailar y disfrutar de la noche. La vida es mejor cuando la compartes con alguien que amas y que te ama, y la pareja lo sabía. Disfrutaban de momentos juntos, vivían experiencias y se amaban con todo su corazón.