Aún siento el vacío de tu ausencia, que pesa como plomo.
Sé que no debo parar, pero tampoco puedo seguir.
Las lágrimas ya secaron, la herida sana. Pero cada tanto se raspa y vuelve a sangrar.
Todo pesa.
Vivir pesa, recordarte pesa.
Buscar una excusa para volver a hablarte ronda en mi mente, no debo, pero quiero.
Según todos es fácil seguir, pero que hago si siento que una parte de mi se fue con el?
Por más que intente tapar y curar ese vacío, cala en mi profundamente dejandome sin aire.
Sé que curare, es lo que toca. Pero no dejo de pensar en nuestro nosotros y la imagen de
que tal vez tu lo hagas me derrite, al igual que la idea de que este no es el final y que tal vez
la vida más adelante tenga algo para los dos.
Pero me engaño, porque se que en esta guerra estoy sola pues quien me acompañaba se
rindió sin intentarlo.
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