usted

mentiría si dijera saber hacía dónde nos conducen estos eventos llenos de coincidencias, y también mentiría al decir que no es algo especial.

¿han sentido esa sensación, de no sé qué partes se están moviendo frente a mí, y por qué parecen estar tan predestinadas? y yo no creo en un destino dictado, mucho menos en uno que se mueva como marioneta bajo las manos de algo poderoso, no. no.

pero usted, usted y las mariposas, usted y los números, las horas, usted y su cabello tan rizado, usted y sus zapatos, usted y su camisa luminosa. usted y los escenarios que en mi imaginación se posan, como sirena en roca, para luego cumplirse, el mismo día, de la misma forma.

ya encontré seguridad en mi vida, al menos la que nace desde el amor. ya encontré mis planes, con quien compartirlos, con quien mudarme, con quien hacer todas esas cosas que se hacen cuando encuentras a la persona correcta. pero, usted, moreno... llegó a revolverme la vida misma, y a cuestionarme toda idea que juraba establecida.

¿cómo me percibes?, ¿acaso, como un niñato?, ¿te das cuenta, de lo que hay más allá de mi cuerpo?, ¿desearías, alguna vez, tocar mi alma? moreno.

no podría decir que eres el ser más excitante que he conocido, si es que quizá nos vamos a un tema carnal. es tu pasión, pasión de caminar, de bancarte la vida solo, de verte esos ojos rojos y hermosos, del estado de emergencia que me envuelve cada vez que sé que estarás cerca, amigo. las manos me tiritan, y me apena que exista la posibilidad de que te hayas dado cuenta. me avergüenzo de lo que creí inmóvil, no negociable, como la única verdad. esta vez, ¿de nuevo aprenderé que nada es tan concreto, como yo lo pensaba?

¿qué podría esperar de esto? ya tenemos más excusas para vernos. mi pena, tu pena, la pena de nuestro amigo, los libros, el teatro.

el cine jamás me ha hecho saltar apasionado, como nublado por tanta belleza. pero, desde que supe tu conexión con el, muero de ganas por adentrarme, y por pensarte mientras lo hago.

caminar y tomar transporte junto a usted, movilizarnos como extranjeros del mundo entero; se sintió como si yo fuera un adolescente conociendo su propio cuerpo. todo fue nuevo, junto a usted, parece todo nuevo, y aún así, conecta con la familiaridad de lo que tanto me evoca.

no podría decirle a usted, que me arriesgaré. y sé que usted por su parte, tampoco. está bien, quizá la amistad sirva como pretexto, o como aprendizaje, para observar que no todo amor es posible, ni fiable, ni netamente romántico, aún cuando dentro mío se encienden cosillas que prefiero no escuchar. o escuchar a medias.

no podría, ni querría, renunciar a lo que mi corazón ya tiene, por lo que tanto trabajó, y por lo que tanto le costó encontrar. pero, usted no se olvide, moreno, que cuando habla; mis ojos brillan, cuando me enseña; algo dentro de mí nace. y que, aunque no valiera la pena hacerlo real, aunque sólo en mi mente pueda vivir; sueño con el toque bendito de sus labios. de un besito inocente, sin castigos de por medio. solo un besito, moreno.